Un transeúnte de la ciudad rusa de Vladivostok alvó a un perrito que había quedado con su lengua pegada a una tapa de alcantarillado que estaba congelada por debido a las bajas temperaturas que afectan al país.
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Cuando el animal intentaba comer algo que se encontraba en la superficie metálica, su lengua quedó adherida al hielo sin poder separarse.
Así estuvo varias horas tratando de salir, a punto de cortar su lengua, hasta que eta persona que caminaba por la ciudad lo llegó a salvar. Con agua pudo disolver el hielo hasta que el animal logró zafar del lugar sano y salvo.
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