Video: La Emocionante Despedida De Una Perrita Y Su Dueño Agonizante

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A Ryan Jessen le dolía la cabeza. Pensó que sería apenas un malestar pasajero, pero se equivocó. Los médicos lo examinaron rápidamente, y encontraron una hemorragia cerebral que requería hospitalización inmediata y atención de urgencia para que pudiera seguir viviendo.

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Pero a pesar del tratamiento, el hombre de 33 años no daba señales de mejoría. Al poco tiempo, se dieron cuenta de que no iba a recuperarse, por lo que decidieron que lo mejor era despedirse de él.

Toda su familia estuvo con él hasta el último momento, excepto por alguien que no era huamno: su perrita boxer, llamada Mollie, quien fue su compañera por muchos años.

Mientras pasaban los días, Mollie no podía entender por qué Ryan no volvía a casa.

Pero todo se volvió muy claro cuando la familia Jessen le consiguió un permiso para que entrara al hospital a darle el último adiós a su humano.

La perrita sentía que su dueño se iba. le olía y acercaba su cara a la de él, como disfrutando de los últimos momentos que pasarían juntos. Es realmente conmovedor.

Por suerte el hospital fue lo suficientemente amable para dejarla ingresar a depedirse de él. En palabras de Michelle, la hermana de Ryan, hacerlo era necesario porque así “ella podría saber la razón por la que él nunca volvería a casa”.

El joven pronto falleció, y su familia lo acompañó hasta el último momento. Y cuando digo toda su familia, es así literalmente pues Mollie estuvo junto a su amigo hasta el respiro final, tal y como él lo hubiera hecho con ella.

Hoy, Mollie vive con los padres de Ryan, quienes le entregan el cariño necesario. pero obvio que nunca será lo mismo que era con su amigo, a quien extraña más cada día.


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