El 2013 fue un año duro para el irlandés Sean O’ Sallaigh, ya que recibió una de las noticias más tristes y preocupantes que le puede llegar a un hijo. Su madre, Mary O’ Neil, de 77 años, fue diagnosticada con Alzheimer.
Pero el hombre, que en ese entonces vivía en Roma, no se rindió y decidió hacerla feliz durante su enfermedad. Fue así como en 2018 regresó a Irlanda y decidió invitarla a viajar.
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Sean no tenía planes de recorrer casi medio mundo junto a su madre, pero fue tanta la felicidad de su mamá en el tiempo que estuvieron fuera de Irlanda, que se entusiasmó y juntos recorrieron varios países.
Visitaron las arenas de Sudáfrica, subieron las montañas de Italia e incluso asistieron a un festival de colores en Nepal.
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Pero uno de los hechos más impresionantes durante el largo viaje que emprendieron, fueron las considerables mejorías médicas de Mary. La madre de Sean comenzó a caminar y hablar de nuevo a medida que recorrían nuevos lugares que no conocían.
“Pensé que la enfermedad de Alzheimer era solo un declive, pero cuando llegamos a Nepal, ella comenzó a recuperar capacidades (…) El neurólogo me dijo que las personas positivas y felices se vuelven más felices a medida que avanza la enfermedad de Alzheimer (…) Tenía razón: mamá parecía volverse más joven y se mantuvo feliz (…) Tenía planeado volver después de un par de meses (…) Hacía calor y ella podía salir mucho (…) Caminábamos por el lago y veíamos a los niños jugar. Venían y se sentaban con nosotros en los cafés y hablaban con ella todo el tiempo y ella con ellos (…) Los niños le cepillaban el pelo (…) La llamaban abuela y ella les decía ‘namaste’ a todos”.
Sean O’ Sallaigh
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Antes de decidir viajar con su madre, Sean discutió con su familia porque ellos consideraban que era una buena opción trasladar a Mary a un hogar de ancianos. A él esta decisión no le gustó y decidió tomar el asunto en sus propias manos y la llevó a Nepal para luego recorrer otros lugares.
Sean no quería dejarla sola con las enfermeras, a pesar de que era consciente de lo independiente que ella había sido a lo largo de su vida, ya que hace muchos años atrás le había pedido a su marido que se fuera, debido al alcoholismo y la violencia que generaba.
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Después de separarse, Mary vivió como madre soltera, a pesar de que en ese entonces era muy mal visto. Por eso, Sean siempre se ha sentido agradecido por lo que su madre ha hecho por él, llevándola después también a su hogar en Italia.
Estuvieron en su departamento en Roma y después siguieron recorriendo otros rincones de ese país hasta llegar a Umbría, viviendo ambos en las montañas con un amigo, debido a que ella tuvo una decaída.
“Ella reconoció Roma porque la había llevado a mi apartamento muchas veces (…) Había restaurantes favoritos para visitar y pequeñas iglesias que le encantaban (…) Ella pensó que las vacas y cabras con cascabeles alrededor del cuello eran divertidísimas (…) Todos los que conoció en Italia hablaron con ella y querían darle un beso, a ella le encantó”.
Sean O’ Sallaigh
Luego de cinco meses de viaje, llegaron a Ciudad del Cabo, en Sudáfrica, y a pesar de que Mary estaba cada vez más débil, Sean siempre se preocupó de que ella disfrutara los nuevos países y culturas que estaban conociendo.
Además contrató a Gloria, una cuidadora que lo ayudaba con los cuidados de su madre. Se llevaban muy bien con Mary, incluso le hacía unas trenzas pequeñas y encantadoras que a la madre de Sean le fascinaban.
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“En enero de 2019, llevamos a mamá a la playa y disfrutó poniendo los dedos de los pies en la arena y viendo a los niños jugar (…) Al final, a veces me llamaba papá y yo me sentía como un padre (…) Tuve que poner mi vida en espera para cuidarla así, pero también me dio mucho (…) Tuve que renunciar a una relación porque no podía darles a ambos la atención que necesitaban, y ella tenía que ser mi prioridad en ese momento (…) La gente pensó que sería una carga, pero nunca lo fue (…) Le di una muñeca y ella le hablaba y jugaba con ella; pensó que era un bebé de verdad. Si se ponía nerviosa, sacaría al bebé (…) El amor incondicional es algo que no se recibe a menudo, y ella siempre lo dio, a pesar de que tuvo una vida difícil”.Sean O’ Sallaigh
Sean disfrutó mucho pasar el tiempo junto con a ella en los últimos años, a pesar de que tuvo que dejar de lado su compañía de viajes, Angel Tours y rompió con su pareja para poder dedicarle más tiempo a su madre.
“Me siento terriblemente triste porque mi familia no volvió a verla, pero no pudieron ayudar a cuidarla, y ella necesitaba estar segura y feliz”.
Sean O’ Sallaigh
Mary murió el 24 de mayo de 2019 en Sudáfrica, tras una infección en el pecho. Afortunadamente, su hijo disfrutó de su compañía hasta el final.
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