Darle una pastilla a un gato puede ser mucho más difícil que darle una a un perro, pues ellos no caen con el truco de esconderla en comida (además, su hocico es tan pequeño que es difícil esconder bien una pastilla en un tamaño que no haga que se atoren). Y siempre que crees que con poner la pastilla en su boca bastaba, ellos siempre se las ingeniarán para escupirlas de vuelta.
Así que tratar de darle medicinas a tu gato puede resultar caótico. Más de alguna vez me ha pasado que por hacer que mi gato se tome una pastilla he terminado con rasguños múltiples, lágrimas de frustración y varias píldoras perdidas.
Cuando pregunté en el veterinario si podía darle la pastilla disuelta junto con su comida, me dijo que no lo intentara porque eso no sólo bajaría la concentración de la medicina (volviéndola inútil) sino que podría hacer que terminara rechazando su alimento.
Así que era sumamente necesario encontrar una forma de hacerlo, por lo que recurrí a YouTube y empecé a ver formas de dársela. La única que me ha resultado hasta el momento es cubrir a mi gato con una toalla para impedir que huya y me rasguñe, y luego lo siento sobre mis piernas.
Entonces, con una mano abro su boca presionando en la zona de sus colmillos y con la otra pongo la pastilla lo más adentro de su hocico que pueda. Luego, cierro su boca y espero a que trague para asegurarme de que no la esté guardando para escupirla.
Recién cuando veo que ha tragado, lo dejo libre para correr.
Puede sonar un método aterrador, pero durante todo el proceso le hago mucho cariño, le hablo y le doy muchos besos. El tema es que cada vez que me ve con una toalla corre a esconderse, pero siempre lo encuentro y lo calmo como puedo.
Para aquellos gatitos más tranquilos y que olvidan usar sus garras para defenderse, este video que da vueltas por internet puede ser muy útil, sea para peluditos que necesitan un tratamiento corto o permanente.
Mira cómo hacerlo a continuación:
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