Los osos son conocidos por la hibernación, un período del año que puede durar hasta 6 meses en el que lo único que hacen es dormir.
Por eso la artista y diseñadora japonesa Eiko Ishizawa decidió cumplir el sueño de muchos, un saco de dormir con forma de oso para realmente sentir que duermes tan profundo como ellos.
Aunque tal vez no sea la opción más cómoda para llevar de campamento, esta bolsa de dormir es muy cálida y puede ser divertida para los niños.
No es exactamente económica, ya que cuesta alrededor de 2.000 dólares, pero sí es muy suave. Sol se confeccionan por encargo y para su creadora es un proyecto artístico.
Por dentro está forrado de color rosado, y puede extenderse para usarse también como una divertida manta.
Aunque parezca tan solo una forma de diversión, el proyecto de crear el oso surgió de una historia real. Eiko siguió de cerca la historia de un oso salvaje que apareció en 2006 repentinamente en las montañas de Bavaria.
El oso fue llamado Bruno por quienes deseaban que sea dejado en libertad, pero para otras personas era un problemas. Fue objeto de muchas discusiones hasta que el gobierno decidió cazarlo.
Eika diseñó el saco de dormir gigante en su honor.
Publicidad