La historia de este joven inglés es muy similar al de la película “Náufrago”, Adam Jones planeó la aventura en altamar con dos amigos y nunca se imaginó que iba a tener que pasar 9 años en una isla desierta, sin nadie a su alrededor y luchando por sobrevivir todos los días.
Gracias a la ayuda de la tecnología y de un niño curioso, la vida de este hombre dio un rumbo que nunca se hubiese esperado, convirtiéndose en una de las experiencias más traumáticas e inimaginables que cualquier persona haya tenido que vivir.
Adam partió en un viaje en 2006 junto con sus dos mejores amigos, zarpando de Liverpool, su hogar, hasta Hawaii, cruzando el Océano Atlántico y el Canal de Panamá. Al principio estaban un poco nerviosos, pero la emoción y el espíritu de aventura eran mucho más grandes que el miedo.
Lamentablemente cerca del Océano Pacífico, una terrible tormenta golpeó violentamente su embarcación, sus amigos salieron por la borda, mientras que Adam quedó inconciente durante varios día en el bote, flotando por el océano.
Sus amigos fueron encontrados sin vida en el mar y se pensó que el destino de Adam había sido el mismo. El barco y los equipos fueron dañados por la tormenta, dejando al hombre a la deriva y temiendo por su vida durante 17 días antes de llegar a tierra firme.
Tuvo que luchar por su vida y al principio construir un refugio con los escombros del barco, pero se derrumbó y luego construyó otro más sólido. Usando una concha de almeja taló un árbol en 11 semanas y de alguna forma se las arregló para hacer fuego.
Para mantenerse cuerdo y con vida, tuvo que crear una rutina diaria después de explorar la pequeña isla. Afortunadamente, él siempre había sido una persona activa y atlética, lo que lo ayudó de alguna forma a adaptarse mejor a su nueva vida. Adam tuvo que cazar animales en la isla para poder sobrevivir y también encontró 8 cabras salvajes allí. Por suerte encontró una cabra atrapada en los arbusto y luego de lograr matarla, consiguió 50 kilos de carne.
Adam afirma que lo más difícil de su supervivencia fue la lucha contra su mente para mantenerse cuerdo. La terrible soledad y la depresión que sentía cada vez que pensaba que nadie iba a venir en su ayuda, casi lo hizo morir interiormente. Incluso pensó en terminar con su vida, pero prefirió luchar por ella y vencer a los demonios en su cabeza.
Luego decidió vaciar una gran área en la playa y escribir “SOS”. Siempre esperaba que algún día algún avión volara hasta allí y viera esta señal para finalmente ser rescatado. Solo tenía que tener mucha esperanza y nunca rendirse.
Con el pasar de los años Adam perdía más y más la esperanza de ser rescatado, hasta que un día escuchó el ruido de un avión que volaba sobre él, corrió hacia un área vacía y agitó los brazos. El avión lo vio y dejó caer un paquete que contenía una radio, agua fresca, comida y algunos artículos de primeros auxilios.
Inmediatamente usó la radio, con la que se comunicó con el copiloto y se sintió el hombre más feliz del mundo por escuchar una voz humana después de 9 años. Les preguntó cómo llegaron allí y le dijeron que un niño de Minnesota había encontrado su señal de SOS en Google Earth, entonces lo comunicó a las autoridades que alguien necesitaba ayuda.
Luego de ser encontrado, Adam tuvo que esperar unos 5 días para que el barco de rescate llegara a la isla. Cuando llegó, él simplemente lloró y los rescatistas quedaron muy impresionados por la imagen del hombre.
Estaba muy delgado, con el cabello largo y la piel curtida, como si hubiese protagonizado la película “Náufrago”. Por suerte su historia, luego de 9 años, tuvo un final feliz.
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