El ébola es una enfermedad que tuvo su segundo brote más grande de la historia en agosto del 2018, en el noroeste de la República Demócrata del Congo y hace unos días la última paciente afectada, fue dada de alta.
En la comunidad del país lo celebraron como corresponde, con alegría, bailes y cantos, ya que es una manera de reconocer a los sobrevivientes de la enfermedad.
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Todos los médicos, enfermeras, trabajadores y voluntarios celebran que ese país, la mortal enfermedad, ya no es una amenaza. Recordemos que el ébola mató al 65% de los 3.300 personas que se contagiaron, según informó ABC News.
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Esta cifra nos hace entender lo peligroso que fue la enfermedad para esta nación, sin embargo, las vacunas y los tratamientos experimentales que fueron aprobados en su uso por el gobierno nacional, resultaron ser útiles y prometedores para evitar la expansión de la epidemia y además salvar vidas.
La última paciente curada fue Masiko, una mujer de mediana edad que abandonó el centro de tratamiento de la ciudad de Beni, mientras una multitud eufórica y alegre la acompañaba con danzas y cantos, según se puede apreciar en los videos.
Desde la OMS hacen un llamado a la cautela, ya que las 46 personas que tuvieron contacto con Masiko previo a su recuperación, están siendo monitoreadas, debido a que solo se puede determinar el final del brote cuando no aparecen infecciones 42 días después del último caso informado como dado de alta.
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