Existen quienes no pretenden entender que el medio ambiente está en grave peligro y siguen con las prácticas que dañan el planeta de manera irreversible, como por ejemplo, continuar lanzando desechos al mar , a la calle, usando bolsas de plástico a destajo, etc. Los seres humanos hemos usado todos los recursos que la tierra nos entrega naturalmente y vamos derecho a la destrucción, algo que quizás resulte difícil de imaginar ya que es un proceso gradual.
Es lamentable cuando se le insiste a las personas que sean cuidadosas pero se rehúsen a serlo, especialmente cuando uno puede ver el daño que provocan. Sin ir más lejos, el pasado 25 de agosto en la Isla Salmedina en Veracruz un grupo de turistas se dispuso a hacer una fiesta en un área natural protegida.
Los turistas llegaron en un yate con cervezas, vino y música a un sector protegido porque tortugas lora, que están en peligro de extinción, viven ahí y dejan sus huevos en la playa.
Está prohibido ingresar a ese sector, especialmente a turistas, pues dañan su hábitat natural.
Dicha fiesta pudo haber sido un secreto,pero uno de los turistas tomó fotos y videos de la ocasión y se las envió a la Fundación Chalchi, quienes decidieron tomar medidas contra los presentes aquel día.
En dichos videos se ve a personas bailando y bebiendo impidiendo que las tortugas avancen hacia el mar. Es más, un parlante fue instalado sobre un nido de ellas y otros reventaron huevos de las pequeñas crías, que lanzaron al mar.
“Estamos evaluando los daños, pero algunos son irreversibles. Tocaron las crías y las obligaron a sumergirse prematuramente al mar”, dijo Olga Díaz, presidenta de la fundación.
El código penal de la ciudad estipula que “quien capture o prive de la vida a un ejemplar de tortuga pagará con una pena de 1 a 9 años de presión más una multa”.
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