El asma es una enfermedad crónica que no tiene cura, haciendo que tanto los afectados como los familiares inmediatos de los individuos tengan que pasar por un proceso de adaptación, asimilación y acción constante sobre este tipo de mal, que solo puede tratarse con una efectividad que alcanza el punto de neutralizarla y estabilizar las crisis que se presentan en caso de ataque.
Actualmente es una de las enfermedades más constantes y duraderas que se presenta en la infancia y se caracteriza por la inflamación de los bronquios haciendo que se obstruyan y sean muy sensibles a una gran variedad de estímulos del ambiente.
Sus principales síntomas son sibilancias, tos persistente, rigidez torácica, dificultad para respirar, especialmente temprano en la mañana o durante la noche.
Las causas del aumento de la incidencia del asma van desde una mayor exposición al polen pasando por los ácaros del polvo doméstico hasta la presencia de humo proveniente del tabaco en el aire respirable y compartido del ambiente.
Cómo controlar y aliviar los síntomas
Es muy importante que se tenga la capacidad de poder reconocer a tiempo toda la serie de síntomas que acompañan al asma. Muchas veces un asmático no es consciente de su estado debido a que las manifestaciones de esta enfermedad se presentan a una edad que alcanza los 17 y 28 años.
Además hay que tener en cuenta que una vez presentada esta patología estará contigo siempre de manera pasiva. La interacción con humos tóxicos y densos como los provenientes del tráfico diario de las grandes ciudades o la exposición al tabaco, como fumador activo o pasivo, funcionan como detonante de esta bomba llamada asma.
La gripe, la bronquitis, la neumonía o la tos prolongada poseen similitudes similares con el asma, pero no significan lo mismo. Tampoco el tratamiento es el mismo, por eso siempre hay que evaluarse con un especialista médico.
Tratamiento después del diagnóstico
Al comenzar el tratamiento para el asma probablemente deberás ir al médico cada 2 o 6 semanas, ya cuando el asma esté controlada deberás ir 1 vez al mes o dos veces al año.
Durante los chequeos el médico te preguntará si has tenido un ataque de asma desde la última consulta o si ha habido cambios en los síntomas o en los valores de flujo máximo. También querrá saber sobre todas las actividades diarias que realizas. Con esta información tu doctor podrá evaluar el grado de control que necesitas para el asma, porque todo es de manera individual.
El tratamiento convencional del asma puede ser:
- Sintomático: Tiene por objeto interrumpir la crisis mediante medicamentos de acción rápida como: adrenalina, corticoides, oxigenoterapia, etc.
- Preventivo: Indica el uso regular de broncodilatadores, antihistamínicos, corticosteroides, terapia respiratoria, inmunoterapia específica, entre muchas más.
Recomendaciones para personas asmáticas y alérgicas
- Mantener la casa bien ventilada, evitar la humedad y controlar con deshumidificadores y aires acondicionados.
- Limpiar el polvo con un trapo húmedo y aspirar a menudo los espacios interiores.
- Si se tienen mascotas, lavarlas y cepillarlas frecuentemente.
- Utilizar sistemas de aire acondicionado adecuados usando filtros como Filtrete, que deben cambiarse cada 2 meses, tanto en invierno como en verano.
- Mantener cerradas las puertas y las ventanas en las épocas de gran polinización y utilizar filtros para reducir el polen en el ambiente.
- Usar purificadores de aire para limpiar el aire de alérgenos y procurar cambiar su filtro cada 3 meses.
- Evitar fumar en espacios interiores.
- Evitar el uso de irritantes como ambientadores o productores de limpieza con olores fuertes y cualquier producto que se base en aerosoles.
Publicidad
