Hay pocas cosas que generen vínculos más poderosos que el compartir emociones con otros. todos hemos sentido aquellas energías que emanan de un concierto, en los momentos en que la música conmueve al unísono a decenas de miles de personas, o la sensación cuando se busca la justicia en masa en una manifestación revindicativa. Pero no es menos intensa cuando es en un mano a mano, en un compartir con otra persona.
Y estos momentos especiales no sólo tienen que ser entre humanos.
Un gran ejemplo de ello es el siguiente video, tomado en la reserva de elefantes de Mevang en Chiang Mai (Tailandia). En el registro, podemos ver a un pequeño elefante interactuando con un cuidador, que usa un cubo como cebo para que el pequeño se acerque corriendo. Tal y como si estuviera en el aptio de un colegio, el muchacho retrocede y el elefante lo persigue entre risas y se acercan y esquivan. Van y vienen, gozando de su compañía.
El elefante del video, grabado por la doctora británica Laura-Jane Fyfe, seguramente crecerá apegado a su cuidador y buscará relaciones igual de enriquecedoras con otros humanos. Laura-Jane tampoco olvidará esos tiernos momentos, cuando la pequeña elefante juega y ríe tal y como lo haría una niña.
Mira el bello registro a continuación:
Ojalá videos como estos ayudaran a crear conciencia de la preciosa vida que se está perdiendo gracias a la miseria y codicia humana.
Publicidad
