Si se desea ayudar de verdad, nada puede impedirlo, ¡ni siquiera la edad!
Irma es una mujer italiana de 93 años quien decidió viajar hasta un orfanato de Kenia para trabajar como voluntaria y así, ayudar a todo aquel niño que lo necesite.
Su nieta segura que “Ella quería sentirse útil”. La chica dice estar muy orgullosa de su abuela que, a pesar de tener que movilizarse con un bastón, igual organizó su viaje hasta el país africano para ayudar en las labores de ayuda, algo que muchos consideran un acto honorable.
Pero no se trataría de la primera vez que esta heroína lo hace. Hace dos veranos también viajó hasta Grecia con el objetivo de ayudar a los refugiados sirios.
Cualquier otra persona de su misma edad se le ocurriría hacer una cosa así. Sólo viajaría, quizás, si se trata de turismo pero no como esta mujer con un espíritu joven y muchas ganas de ayudar en las zonas del mundo donde hace falta aportar con un granito de arena.
Irma claramente tiene una enorme vocación de ayuda.Su nieta Elisa dijo:
“Mi abuela siempre ha amado la vida y nada la detiene si se trata de ayudar a su familia y ha quienes la rodean. Siempre será un ejemplo para todos“.
El espíritu de lucha de esta admirable mujer lo tiene desde siempre. Irma había enviudado siendo muy joven, con apenas 26 años y con tres hijos. Pero eso no le impidió salir adelante y con la cabeza bien en alto para lograr vivir con un buen pasar.
Por eso, a pesar de los obstáculos que se presenten en el camino o las caídas, siempre hay que levantarse y seguir avanzando.
Nunca es demasiado tarde para empezar, ¿no crees?
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