La dentadura es uno de los elementos del rostro que más nos embellece y cualquier cambio siempre es muy evidente. Hay personas que nacen con unos dientes perfectos, pero otras, necesitan tratamiento médico de ortodoncia para lograr la sonrisa ideal.
Este chico, desde su niñez, tenía una gran apiñamiento dental. Aunque para muchos parecía obvio que se caso se resolvía con una buena técnica de ortodoncia, las condiciones económicas de la familia no se lo permitieron.
Su mamá era divorciada y él tenía más hermanos, por lo que arreglar sus dientes no era una de las prioridades de la madre. Así que él se propuso una meta.
Estaba seguro de que sus primeros ahorros laborales serían destinados a un tratamiento de ortodoncia, que le diera la sonrisa perfecta que é siempre había deseado.
Así lo hizo, apenas comenzó a trabajar y pudo ahorrar dinero comenzó el largo proceso de rectificación de dientes montados.
En la actualidad, él ya no necesita aparatos, ya terminó su tratamiento y el cambio es abismal. Es increíble cómo un detalle tan sencillo, con unos dientes mejor organizados, cambian tanto la apariencia de una persona.
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