Perdonar cuesta, pero cuando se hace, deja una sensación de paz en el alma. No es algo fácil pero está esa opción de seguir con nuestras vidas y dejar el pasado atrás.
Si no, deberías leer la historia de una joven que lo comprendió todo a muy corta edad. ¡Un ejemplo de inspiración!
Así lo cuenta su madre:
“Mi hija tiene 11 años. Hace 7 que ella no sabe nada de su padre. La última vez que lo vimos, fue cuando nuestra hija tenía 2 años. Me dijo que quería renunciar a la patria potestad para no pagar la manutención de ella. Yo le dije que sí. Pensé que con eso, la liberaría de un sufrimiento innecesario. Ella sabía quién era su padre y las razones por la que no vive con nosotras. Yo no busqué convencerla; diciéndole algo como que su padre era “un capitán de barco”.
“A los 4 años, supimos que él tenía cáncer. Decidimos encontrarnos con él en un parque. Había dicho que conversaríamos por un par de horas pero la verdad, fueron apenas 20 minutos. De ahí, nunca más supimos de él“.
“Un año después, un amigo de ambos me dijo que él tenía otra familia con hijos. Quedé en shock. Y lamentablemente, mi hija escuchó todo. Pero ella se veía muy tranquila y ¿sabes lo que me dijo?”
-‘¡Mamá, me parece bueno! Al fin mi papá aprendió a ser padre y me alegro por sus hijos…’
“Y sus palabras fueron magia…después de toda la rabia y el resentimiento que me hervía por dentro…fue entonces que al escuchar a mi hija decir eso, comprendí lo que significaba perdonar…”
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