Los niños tienen preocupaciones como jugar, lograr buenas calificaciones en la escuela y, especialmente, ser felices. Pero esta niña de Australia, además de lograr eso, ha sido capaz de ganar millones de dólares.
Pixie Curtis, de apenas 10 años, es hija de la empresaria y socialité australiana Roxy Jacenko. Como buena madre, ha ayudado a su hija a abrirse paso en el mundo empresarial.
Con ayuda de los recursos de su madre, la menor creó su propia empresa llamada Pixie’s Fidget, especializada en la creación de juguetes. Su compañía logró tanto éxito que sus juguetes se agotaron en apenas 48 horas, y las ganancias alcanzaron más de 140 mil dólares.
“Lo más emocionante para mí es el espíritu emprendedor que tiene a una edad tan joven. Yo nunca lo tuve, aunque me inculcaron que tenía que triunfar”, dice Roxy.
Según añadió, ella empezó a trabajar a los 14 años en un McDonald’s y desde ahí en adelanto supo lo que significaba emprender. “Para mí lo más importante es su impulso como emprendedora. Sí, yo se lo inculqué, pero todavía lo tiene. Eso es para mí la parte más gratificante”, destacó.
De todas maneras hay que recordar que Pixie nació en cuna de oro. La fortuna de sus padres es tal, que compraron una mansión de 6,6 millones de dólares en Sydney, la capital australiana.
La madre le compró hace poco a ella y a su hermano, Hunter de 6 años, un automóvil Mercedes para que lo usen cuando sean mayores de edad. Junto con ello, en su último cumpleaños la chica recibió unas sandalias Balenciaga y un bolso Prada, avaluados en cientos de dólares norteamericanos.
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