No entendemos cómo aún hay personas que tratan a los animales como si fueran objetos e incluso los maltratan , pensando que no tienen emociones ni sentimientos. Es por eso que el día de hoy , queremos presentarles una historia muy triste, tanto así que muchos la comparan con la película Hachiko, pues ese perrito seguía esperando a su dueño en la estación de trenes todos los días pese que había muerto. Bueno, Hachiko era de raza Akita, en esta historia es un Golden Retriever.
Se ha comprobado que los perros no se adaptan bien a refugios después haber vivido muchos años en casas con sus seres queridos humanos. y es exactamente lo que le sucedió a Río, con 10 años de edad, ya que el perrito no lo estaba pasando nada de bien cuando falleció su dueño.
El perro estaba deprimido y lo mostraba al ignorar a todo el mundo, incluso desarrolló problemas físicos y psicológicos. Por muy increíble que suene, lo único que hacía era mirar a hacia la pared hora tras hora, viviendo el duelo de haber perdido a su cuidador y mejor amigo de la vida.
Luego de llegar al refugio de animales de Detroit, no quiso comer y esquivó cada caricia humana, e incluso se mantuvo pegado a la pared . El problema era que su dueño murió de manera imprevista y se había quedado solo, triste y depresivo.
Millman-Rinaldi decidió llevarse a Rio a su casa para darle algo más parecido a la vida que había llevado con su dueño para que tuviera más posibilidades de sobrevivir . Afortunadamente, los voluntarios Ryan Callahan y su esposa Tashia lo adoptaron y le dieron un hogar.
La solución fue pasar mucho tiempo con el perro dándole cariño,por lo que con los días, Rio comenzó a aceptar de nuevo el amor. Cada día, el perro pasaba a los pies de sus dueños y empezaba a acercarse más. Por fortuna, ahora él se siente cómodo, lo suficiente para descansar en el regazo de sus nuevos dueños.
Luego de todo el trauma vivido por este can, aparece una luz al final del túnel, que trae la esperanza de que pueda recuperarse de forma integral y volver a ser un perro normal que salta , corre y recibe cariños de quien venga . Ahora, Rio está mucho más abierto y receptivo y por supuesto, sus probabilidades de seguir con vida y sano han aumentado. Nadie podría refutar que os perros sí tienen sentimientos.
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