Aunque cargaba un gran peso, eso no le impidió luchar por su vida.
Una perrita fue abandonada con una cadena de 10 kilos en su cuello, un peso que seguramente no la llevaría muy lejos para lograr comer y que más temprano que tarde haría que se rindiera, pero eso no pasó.
Aunque la cadena pesaba mucho, esta perrita resistió varios días y logró mantener su cabeza en alto intentando buscar una mirada compasiva dispuesta a ayudarla.
Ashli Garza se dirigia en su automóvil a una entrevista laboral en Mission, Texas, cuando vio a un perro callejero al costado de las vías que podía ser atropellado en cualquier momento.
Ella detuvo su vehículo y llamó a la perrita quien se acercó con entusiasmo.
La perrita estaba sucia de barro y llevaba una cadena que mantenía su piel irritada.
El problema era que Ashli tenía que asistir a su entrevista de trabajo y además llevaba en su automóvil el vestido de novia de su mejor amiga. Sin embargo ella sabía que era la única esperanza para esta perrita.
La mujer dejó de lado sus preocupaciones y subió a la perrita a su auto e intento quitarle la cadena, pero eso era imposible.
La chica condujo a su cita y la perrita en la parte trasera del automóvil estaba tranquila. «Ella se sentó y estaba mirando por la ventana», dijo Garza. «Se giraba y me miraba, y luego giraba alrededor. Se acostó, y luego se sentó de nuevo. Se podría decir que nunca había estado en un auto» contó.
Tras su entrevista, Ashli llevó a la perrita a la casa de su amiga Luz Guzmán y entre las dos le quitaron la cadena. Luz bautizó a la perrita como Penélope y decidió cuidarla hasta que un grupo de rescate se haga cargo de ella.
Esta perrita tuvo un buen cambio de vida, pero no todos tienen la misma suerte, por eso es necesario que estemos atentos para brindarles ayuda a los animalitos que lo necesitan.
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