Cuando alguien joven pierde su vida, las despedidas suelen ser difíciles ya que se truncan sueños e ilusiones para un futuro que desaparece.
Elisa Betzabeth Juárez García, una hermosa joven mexicana de 19 años recién iniciaba su cerrera en el modelaje, cuando la muerte le arrebató sus sueños, pero ella decidió prolongar su vida a través de otras personas.
Elisa sufrió de manera repentina una hemorragia cerebral y aunque los médicos del Hospital General de Zona en la ciudad de La Paz, hicieron todo lo que pudieron para salvar su vida, no lo lograron y ella expresó claramente su última voluntad.
Su última voluntad era que sus órganos se destinaran a salvar otras vidas y con este gesto se despidió de este mundo. En sus últimos minutos, el personal del hospital y sus amigos y familiares, le rindieron un homenaje en medio de lágrimas y aplausos.
Sus padres decidieron respetar su último deseo. De acuerdo con el doctor Juvenal Vidrio Almeida, coordinador de Donación y Trasplantes de Órganos y Tejidos, sus órganos fueron destinados a 5 pacientes.
Sus riñones se destinaron a dos personas que tenían insuficiencia renal, sus córneas ayudaron a dos pacientes con diferentes tipos de ceguera y su hígado se fue hasta Ciudad de México donde salvó otra vida.
Con este gesto de generosidad, Elisa demostró que cuando termina una vida puede ser la instancia para que otras mejoren, dejando en claro la importancia de la donación de órganos para que algunas personas tengan un mejor estilo de vida.
El Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos maneja cifras de que sólo en ese país mueren 20 personas al día por no recibir un trasplante de órganos. Un donante puede aportar hasta 8 órganos para salvar la misma cantidad de vidas.
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