Nicola y Todd Bailey simplemente estaban queriendo concebir a su segundo hijo. Pero no tenían idea de que les esperaba una sorpresa: recibirían un par de gemelos un tanto especiales.
En un ultrasonido a las 12 semanas, los ecografistas les contaron que estaban esperando a dos niñas. Hasta ahora no había nada de qué preocuparse porque la exploración salió saludable.
Nicola esperaba un embarazo múltiple porque su barriga “creció mucho más rápido que en el embarazo anterior y los síntomas fueron más fuertes”, contó.
Primero nació Harper. Su hermana Quinn nació 28 minutos más tarde. Rápidamente los médicos la sacaron a las dos para hacerles chequeos de rutina, y luego regresaron con la noticia de que Harper tenía Síndrome de Down.
Lo que Nicola no entendió por qué el médico dijo “lo siento” cuando le contó la noticia, como si le estuviera dando malas noticias. Para ella, sus gemelas eran muy hermosas.
La feliz madre reveló que, desde que las niñas nacieron, han podido compartir un vínculo muy especial. Nicola no intenta compararlas, porque son personas diferentes. Y esto no es sólo por la condición genética de Harper.
Lo que sí lamenta son las miradas negativas que atrae la condición de Harper, pero intenta educar a las personas, en especial a través de su cuenta en redes sociales.
“Recibimos comentarios como ‘oh, ella es una bebé con Down’ o ‘Yo conozco a una chica con Down'”, dijo en redes. “Ella no es una bebé con Down, es una bebé con síndrome de Down”.
Además, Harper tiene un agujero en el corazón que será operable a los 6 años. Pese a estos desafíos, Nicola y Todd se encuentran orgullosos de su familia.
Se nota que son muy felices juntos.
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