Pablo Neruda Abandonó A Su Hija De 2 Años Por Tener Hidrocefalia

Compartir en Facebook

Pablo Neruda es uno de los poetas más importantes y reconocidos de toda la historia, pero hay algo que hizo en su vida que muchos desconocen y se transformó en su lado oscuro.

Publicidad

Abandonó a su única hija a los dos años de edad por padecer una extraña enfermedad.

Malva Marina, la única hija del poeta, nació con hidrocefalia, una enfermedad en donde la cabeza crece demasiado porque se acumula líquido, llegando a un tamaño completamente desproporcional con respecto al cuerpo.

Cuatro años antes de que naciera Malva de su relación con Maria Hagenaar Vogelzang, ellos contrajeron matrimonio.

Hagar Peeters, a poeta neerlandesa, narró la historia de Malva en su primera obra llamada “Malva” (Ed. Rey Naranjo):

“Mi nacimiento fue como un accidente de tráfico. Me detuve en seco, me quedé atrancada, retenida en un lugar a media vida entre el interior y el exterior del útero, en un túnel negrísimo. Tuvieron que tirar de mí con mucha fuerza para extraerme hacia la luz del día. No es de extrañar considerando el tamaño que tenía mi cabeza ya entonces, aunque su verdadero e imparable crecimiento aún no había empezado. Así y todo lograron sacarme y fui a parar a una fría habitación de hospital que excluía eficazmente el tórrido calor de Madrid”.

Cuando Neruda vio por primera vez a su hija, no se le ocurrieron palabras más crueles que estas:

“Es un ser perfectamente ridículo, una especie de punto y coma, vampiresa de tres kilos”.

El 18 de agosto de 1934 en Madrid, España, nació Malva, dos años antes de que comenzara la Guerra Civil. Cuando Neruda huyó de la guerra, en 1936 abandonó a su esposa y a Malva, dejándolas sin dinero en la ciudad de Montecarlo. Nunca más las volvió a ver.

Malva nació el 2 de marzo de 1943, a los 8 años, en Gouda, Holanda, en donde se encuentra enterrada hasta ahora. Cuando sucedió, su madre intentó avisarle a Neruda a través del Consulado de Chile en La Haya para que se reunieran, pero Pablo jamás respondió.


Publicidad