Oxana Shachkó era una artista visual nacida en Ucrania, uno de los países más machistas del mundo, y quien fundó el famoso y polémico colectivo Femen el año 2008. Ella luchaba por la invisibilización de las mujeres en la sociedad, los derechos reproductivos que les eran negados y utilizaba su cuerpo como un arma y una elección.
“Fui la primera que intentó protestar en topless y con las tetas pintadas. Fue un experimento, pero después comprendimos lo poderoso que era”.
– Oxana Shachkó
En la cultura de Ucrania las mujeres aún siguen siendo ciudadanas de segunda clase, por lo mismo formaron Femen para darle algo de poder y visibilidad a las mujeres.
Fueron contra las medidas machistas del gobierno, contra los antiabortistas y la iglesia. Todo esto para no acabar siendo vestidas como esposas por correspondencia, ni parar ser material de trata de blancas.
Shachkó era una persona admirable por su ímpetu, era hábil, contestataria y siempre con una gran alegría. Desde el movimiento aseguraban que era “una de las mujeres más notable de nuestro tiempo”.
Ella y el resto de los miembros del movimiento pensaban que las mujeres eran consideradas sujetos inferiores al interior de la sociedad y querían terminar con eso.
El camino era largo, ya que comenzó a suceder en la Ucrania postsoviética y se enraizó hasta la actualidad. Desde ese momento comenzaron a formarse compañías de matrimonios internacionales y aumentó el trafico sexual más cada año.
El objetivo de Femen era “protestar contra el patriarcado y sus explotaciones sexuales, religiosas y dictatoriales”.
La primera manera en que se manifestaron fue llevando el puño en alto y sujetando pancartas. Pero luego descubrieron que el cuerpo era una gran herramienta que lograba incomodar. El porno complacía a los ucranianos, pero verlo en las calles alejado de la disposición que ellos esperaban, los confundía.
Comenzaron a llevar las mismas pancartas pero en bikini y luego Shachkó decidió pintarse el cuerpo. Escribieron lemas en sus cuerpos, se pusieron coronas de flores e instalaron una sede en Madrid, en donde hasta el día de hoy siguen recibiendo nuevos miembros, quienes viajan a protestar a Estados Unidos y otros países de Europa.
También pusieron una tienda de ropa, abrieron un financiamiento abierto para que colaborase todo quien compartiera sus ideas sobre la liberación del cuerpo femenino, y obtuvieron la atención de la política nacional e internacional.
Shachkó comenzó a convertirse en una especie de emblema de Femen y un ejemplo para las nuevas adhesiones de la organización. Ella no tenía miedo y esa era su característica más importante.
Durante diciembre de 2011, ella y otros miembros del grupo hicieron una imitación de Alexander Lukashenko, el presidente de Bielorrusia. Se disfrazaron de hombres subidos de peso y bastante calvos, y protestaron en Minsk, la capital del país, durante el primer aniversario de su elección.
En ese momento la policía los llevó a la fuerza a un bosque, las desnudó, roció en aceite y las dejó abandonadas entre los árboles.
Pero la embajada de Ucrania en Minsk negó todo esto frente a la prensa y decidieron no indagas más allá.
Un año después, Shachkó acudió a las elección presidenciales en Rusia con una corona de flores y en topless. Intentó robar la urna en la que el presidente ruso había puesto su voto.
La pequeña protesta en contra de Putin se transformó en algo mayor y Shachkó cayó en manos de la policía. La deportaron a Ucrania, pero luego en 2013 se fue a Francia para estar más segura, dándole el estatus de refugiada política.
Ahí pasó 5 silenciosos años, alejada de Femen pero dedicada a las artes visuales.
El 25 de julio Anna Gustol, otra de las fundadoras de Femen, anunció que Oxana Shachkó se había quitado. Sus amigas habían intentado contactarse con ella pero no contestaba los llamados ni atendía la puerta de su casa.
Entonces la noche del 24 de julio decidieron derribar la puerta de su casa y ahí fue cuando encontraron el cuerpo. Según el diario ruso Moskovski Komsomolets, la activista había tenido dos intentos de suicidio frustados.
“Una de las luchadoras más grandes, que peleó duramente contra las circunstancias injustas en las que se encontró a sí misma y contra la injusticia de la sociedad. Ella está aquí y en todas partes. En cada uno de nosotros, en FEMEN. En sus pinturas. Ella está en la historia del feminismo”.
– Homenaje a Shachkó en el grupo de Facebook de Femen
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