Si crees que vivir en una granja es aburrido, pues no te has dado cuenta del montón de cosas que se deben hacer: cortar el pasto, ordeñar a las vacas y cuidar de los animales son las tareas más básicas y más relajantes. Ese tipo de trabajos esperaban hacer estos pequeños cuando escucharon un extraño ruido.
En Victoria (sudeste de Australia), la hija del propietario de una granja y su amiga empezaron a oír unos fuertes y misteriosos gritos. Pero cuando fueron a descubrir quién los hacía, no pudieron hallarle.
Se asustaron, así que decidieron contarle a los adultos, quienes se desplegaron por el lugar intentando encontrar la fuente de los desgarradores gritos. Una vez identificada la zona, descubrieron que el sonido venía desde el fondo de la tierra.
Pronto corrieron a excavar, y hallaron una gran tubería de metal.
Justo ahí estaba atrapada la tierna criatura que no paraba de quejarse.
Cuando intentaban abrir la tubería, la madre de los niños grabó el momento del rescate, y así pudo registrar el instante en que un montón de pelo negro que les parecía conocido aparecía desde las entrañas de la tubería. Era un animalito de otra granja el que había quedado atrapado: un pequeño cordero bebé.
Terminaron de cortar la tubería, y uno de los chicos tomó al animalito mojado entre sus brazos para asegurarse de que estaba sano y salvo.
Nadie sabe cómo llegó ahí, pero por suerte pudieron rescatarlo antes de que fuera demasiado tarde.
Publicidad
