No Ser Una Madre Sufrida, Ayudará Al Bienestar De Tu Hijo

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“Las madres sufridas son víctimas de ellas mismas, son féminas que no saben cómo salir de su sufrimiento ni separar el amor del dolor más lamentable.”

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No debes ser una madre sufrida porque el sufrimiento no es amor y todo lo que tenga que ver con tu hijo debe conllevar mucho amor.

Debemos ser madres felices, prósperas, bromista y muy positivas pero nunca manipulables ni sumisas.

Una madre sufrida cría un hijo infeliz

Las madres que sienten pena y lástima por una característica física o mental de sus hijos, por las carencias económicas que pasan como familia o por sus deseos frustrados, transmiten ese dolor a sus hijos.

Los niños saben cuando algo va mal o cuando su madre sufre y quienes crecen con madres sufridas suelen pensar que son menos que otros, que hay cosas malas en ellos y que nunca alcanzaran sus objetivos.

Orígenes de una madre sufrida

Un motivo puede ser la creencia de que su hijo tiene alguna incapacidad física o mental.

Si en su niñez, quien hoy es madre sufrió abandono, maltrato físico o psicológico y tuvo que sacrificar su juventud para criar a un niño no deseado, esa que fue engañada por su esposo o la que teme que su hijo crezca y se vaya de su lado, es una mujer con motivaciones para convertirse en una madre sufrida.

¿Como evitar ser una madre sufrida?

Estos consejos te pueden ayudar a no ser una madre sufrida:

  • No uses palabras como ”abandono”, ”pobrecito”, ”lástima”, ”fracasado” para referirte a tu hijo y menos cuando él esté escuchándote.
  • No le tengas lástima a tu hijo.
  • Cuida de tu hijo pero no lo sobreprotejas ya que debe enfrentar una vida llena de obstáculos aunque quizás aquello de lo que quieres cuidarlo, nunca llegue a suceder. Prepáralo y prepárate para la vida que ambos tienen que vivir.
  • Ámalo y hazle saber que amor es sinónimo de felicidad, bienestar y optimismo.
  • Sé valiente y enfrenta las dificultades. Tu hijo merece lo mejor de ti y por ello debes esforzarte día a día para ser una buena madre y una buena trabajadora.
  • Acompáñalo cuando te necesite en sus fallas, enfermedades y miedos y no te deprimas con él en esos momentos.
  • No pretendas que seas para toda su vida el centro de su atención. No lo críes en torno a ti.

“Amor propio, autoestima alta; sentimientos de satisfacción y regocijo con sus logros, sus aptitudes y forma de ser… esa es la mejor herencia, la más valiosa enseñanza de una madre.”

Cuida tu salud mental y sé feliz para que tu hijo también lo sea

Para no ser una madre sufrida debes cuidar de tu salud mental y emocional.

No te mantengas 24/7 viviendo por los demás. Ve por tus sueños profesionales y personales.

La madre abnegada que da un 100% tiene más probabilidades de caer en depresión que derrumbe ese núcleo del que tanto depende.

Por el bien de tu hijo sé feliz y cumple tus metas.


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