Muchos profesores tienen claro el importante papel que tienen en la vida de sus alumnos, y actúan en consecuencia buscando convertirse en referentes positivos, llenándolos de aprendizaje que perduren de por vida.
Así lo hace la profesora Helma Wardenaar de Illinois (Estados Unidos), quien se encuentra a cargo de un curso de estudiantes de cuarto año que están ansiosos por conocer el mundo. Y ella está dispuesta a hacer todo lo que esté a su alcance para ayudarlos a lograrlo.
Pero las cosas han sido algo más complejas para ella, pues tiene como alumna a Maggie Vásquez, una niña de 10 años de edad con parálisis cerebral que tiene dificultades para caminar. Y, a pesar de su condición, se debió enfrentar al primer campamento con sus compañeros de curso.
El curso sabía que no sería tarea fácil, pero Helma sabía que nunca permitiría que la pequeña se perdiera esta entretenida aventura.
“Todos los años, los estudiantes del 4º año van a acampar. Maggie y sus compañeros de clase estaban ansiosos por ese momento”, le contó la maestra a CBS News. “Sabíamos que tendríamos que unir nuestras fuerzas para asegurarnos de que ella pudiera aprovechar el tiempo en la naturaleza como sus amigos. Yo estaba decidida a llevar a Maggie”.
Fue así como, luego de conversar con los guardabosques y conocer el área donde acamparían (que no permitiría usar ni la silla de ruedas ni el andador de Maggie), empezó a buscar otras opciones, como conseguir una bolsa especial que le sirviera para cargar a Maggie en su espalda mientras caminaba por la naturaleza.
El día del campamento, Helma se encontraba lista para mostrarle el mundo a su querida alumna. “Vimos pájaros, sapos y ciervos. Fuimos capaces de hacer todo lo que sus compañeros de clase estaban haciendo, ella era una de nosotros”, recuerda la emocionada profesora.
Pese a que fue difícil llevarla, las palabras de aliento de la niña eran energía pura para su maestra.
“Maggie fue una gran compañera en la caminata. ¡Ella me alentaba! Me mandaba pequeños mensajes cuando veía que estaba cansada. Inventó canciones para cantar. Se quedaba diciendo: ‘Vamos, Srta. Helma! Usted puede hacer esto’“, contó la maestra.
Sin duda un hermoso día, inolvidable tanto para Maggie como para Helma.
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