No Pudo Con La Leucemia, Pero Aún Sigue Vivo Su Legado Por La Donación De Médula Ósea

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El cáncer es uno de los padecimientos que más vidas se cobra en el mundo entero. El diagnóstico le mueve el piso al paciente y a su círculo más cercano y toca a muchos corazones.

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Pablo Ráez fue uno de esos pacientes. Se trata de un joven español quien descubrió que padecía de leucemia en 2015. En ese instante veía que el mundo se le caía a pedazos pero se sobrepuso y decidió luchar tal cual un guerrero sediento de vida esperando una cura para esa temible enfermedad.

Fue justamente esa lucha y el entusiasmo de Pablo que hizo que fuera conocido en las redes sociales. Todos se conmovían y admiraban los mensajes que él iba dejando en su Instagram. Durante los tratamientos de quimioterapia, decidió crear conciencia acerca de la leucemia y creó el #retounmillón donde se buscaba que las personas donaran su médula. Obtuvo una enorme respuesta.

 

Las amistades

Muchos artistas apoyaron su campaña sobretodo el actor malagueño Dani Rovira quien se comprometió a cabalidad con la lucha de Pablo. Además, a un año de su fallecimiento, le dedicó unas palabras muy emotivas en su Instagram:

 

Ahora que el odio se vuelve arena fina, casi polvo que va colándose por todas nuestras rendijas. Ahora que el miedo esparadrapa las bocas que nuestros padres crearon para que fueran libres. Ahora que nos ofendemos por las cosquillas pero, sin embargo, ya no nos duele el ariete que golpea nuestras dignidades. Ahora que millones de personas migran como pájaros, con las alas atadas, sin nombre, ni rostro, ni papel donde recordarlo, cuya voz es prácticamente imperceptible por culpa del sonido puerco del dinero y la vergüenza.
Ahora que enfermar es un lujo de ricos y envejecer un “sálvese quien pueda”. Ahora, que reclamamos a base de teclas y pijama la vida que nos roban. Ahora que LA PALABRA se esconde desarrapada y la mentira se pavonea con traje y corbata… Ahora, justo ahora, que la vida sopla en contra, te recuerdo, amigo. Y ya te vale. Ya te vale por poner un listón tan alto. Querido superhéroe que nos hiciste mirar a todos en la misma dirección. Viviendo y agarrando mil vidas en una. Tu mensaje sigue vigente, amigo. SIEMPRE FUERTE. Aunque a veces (y solo a veces) la palabra “siempre” nos pueda parecer demasiado tiempo… al menos ahora”.

A pesar que ha pasado tiempo, Pablo ha logrado su acometido ya que gracias a él, aumentaron considerablemente  las donaciones de médulas ósea para pacientes que sufren de esta enfermedad y deben someterse a quimioterapia.

Pablo fue un “gladiador” como él mismo se llamaba… un luchador, un guerrero. Sabía que el camino no sería fácil pero lo intentó y no se rindió. Alcanzó a vivir lo suficiente para dejar una marca imborrable en el corazón y en una sociedad dispuesta a poner su granito de arena.

Su ejemplo de esfuerzo y ganas de vivir serán más que un recuerdo, un legado en este mundo.


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