En China, la historia de un niño que trabaja como repartidor de encomiendas en medio del severo clima invernal ha conmocionado a la sociedad de ese país, informa Daily Mail.
Li Changjiang, de 7 años, tiene que entregar unos 30 paquetes al día en la ciudad de Qingdao, provincia de Shandong. El padre de Li falleció y su madre se volvió a casar y abandonó al niño. Yan, un amigo del padre de Changjiang, decidió acogerlo porque “no podía soportar ver al niño solo”.
Yan y Li vivían en otra ciudad, pero debido a la humildad y la necesidad de trabajar el hombre tuvo que llevarse al niño consigo a Quingdao. Allí Yan empezó trabajando como repartidor, y un día el menor le ayudó con unos paquetes porque se estaba haciendo tarde. Desde entonces, Li decidió que también recorriera la ciudad entregando correspondencia para ganarse la vida.
“Al principio, estaba preocupado, así que lo seguía en su recorrido. Después de algunas veces, me di cuenta de que todo estaba bien, así que simplemente dejé que lo hiciera solo”
El niño solo le pidió que le comprara un carrito para poder llevar las encomiendas.
“Me entregó un gran paquete con cierta dificultad y me pidió que firmara un recibo”, dijo el director de Asociación de Ajedrez de Quingdao, Wang Quingwei, quien al ver que las manos del niño estaban rojas del frío, lo invitó a descansar. Allí se enamoró del ajedrez y Wang empezó a enseñar este juego y le regaló un tablero y piezas de ajedrez.
Yan y Changjiang viven en una pequeña habitación y el pequeño no podía asistir a la escuela debido a que está registrado en otra ciudad. La historia ha conmovido la sociedad chica, que ha comenzado a ayudarlo de diferentes maneras. Por su parte, las autoridades de Quingdao han iniciado los trámites para que Li pueda asistir a la escuela y también han abierto una investigación para localizar a su madre y resolver la custodia del menor.
Publicidad
