Los primeros años de vida son fundamentales para que una persona pueda formarse y crear su propia personalidad. Cualquier falencia que surge durante estos años tiene repercusiones en el futuro del niño o niña.
Primrose es una niña oriental que desde que nació fue diagnosticada con glaucoma congénito y discapacidad auditiva. Por eso su madre decidió no quedarse con la niña y la dejó en un orfanato en China.
Como no recibió el tratamiento adecuado, sus ojos se tornaron de un tono plateado y perdió la vista. Además, su problema auditivo empeoró.
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Esta enfermedad se produce porque la presión del líquido que se encuentra en el ojo daña al nervio óptico. Algunos de sus síntomas son visión rojiza e intolerancia a la luz. Si no es tratado a tiempo puede generar ceguera, como en el caso de Primrose.
Debido a que su enfermedad empeoró, la pequeña siguió sufriendo la exclusión tanto de parte de los niños como de las familias adoptivas.
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Todo eso cambió cuando una joven familia de Estados Unidos conoció su historia a través de una publicación en redes sociales. A diferencia del resto de familias, ellos se sintieron cautivados por sus ojos e inmediatamente los invadió el amor.
Fue como amor a primera vista. La pareja hizo los trámite y adoptó a la niña, aunque ya tenían otros dos hijos. Ahora se dedican a entregarle todo su amor y dedicación para sanar su cuerpo y su corazón.
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