El mesero abrió la libreta con el “pago” y quedó sorprendido con el tierno gesto de la niña.
Cuando Wendell Davenport, de 22 años, le tocó trabajar ese día como mesero en un restaurante en Indiana, EEUU, jamás se imaginó que viviría un tierno momento.
Él sabe lo que significa atender a adultos y a niños, por lo que esta anécdota lo dejó con una agradable sensación.
Todo ocurrió cuando una familia estaba por pagar la cuenta de la cena. La niña de 3 años que se encontraba con ellos decidió pagar usando una tarjeta de juguete.
Wendell trabajaba su turno en el Carrabba’s Italian Grill. Al principio notó que la niña estaba muy entusiasmada por pedir su plato. Cada comensal ordenó su comida y ella intentó participar y dirigir la cena.
Era una tierna escena y la pequeña parecía disfrutarlo por lo que Wendell decidió seguirle el juego. “No paraba de hablar e intentaba pedir toda la comida, así que decidí seguirle el juego” señaló.
Pero no todo terminaría allí. Cuando llevó la cuenta a la mesa, la pequeña quiso pasarle una tarjeta de crédito de juguete a Wendell. Tras algunos intentos, él se la recibió y le fue a contar a un compañero de trabajo. Éste le dio la idea de entregarle un recibo falso escrito a lapiz para que la pequeña se sintiera bien y tomada en cuenta.
Fue así que el joven le inventó una cuenta falsa en donde puso “propina” y “efectivo” y se la pasó.
La pequeña obviamente no sabía leer pero cuando recibió la cuenta estaba muy contenta e incluso firmó el recibo.
Cuando Wendell retiró el pago verdadero y el falso, se llevó una gran sorpresa. Había recibido la propina de los padres y otro ‘de la pequeña’ como agradecimiento por el gesto de seguirle la corriente a su hija.
La familia se había retirado antes de poder darles las gracias, así que Wendell quiso publicar la anécdota en las redes sociales esperando que algún día los padres de la pequeña puedan verlo y para decirles que “su tierna niña tiene un futuro brillante”.
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