Esta casa de Pensilvania del año 1887 ha sido prácticamente abandonada, no ha recibido ningún tipo de mantenimiento y su estado y apariencia fue de mal en peor.
Cuando ya estaba casi en ruinas parecía más bien el escenario de una película de terror. Hasta que un día alguien valoró su potencial y la restauró dándole la magnificencia que guardaba en su interior.
La propiedad construida en el estilo de decoración denominado Reina Ana, fue redecorada con una especial atención en los detalles, manteniendo incluso el color verde oliva y terracota en el exterior.
El interior también fue restaurado muy bien, los artesanos intentaron ceñirse al estilo original lo mejor posible y reutilizaron todos los elementos de la casa que pudieron.
El suelo se ha reemplazado con 5 tipos diferentes de madera y un gran detalle es la restauración de las ventanas.
Cada habitación está llena de cuidadosos detalles. Uno tiene la sensación de tener ante sus ojos un esplendor perdido en el tiempo que vuelve a brillar.
Cada habitación cuenta además con su propia personalidad gracias a gamas cromáticas únicas, como este dormitorio rústico romántico.
Este baño tiene todos sus accesorios renovados, pero manteniendo su esencia original.
La cocina es muy familiar y este rincón de la casa invita a disfrutar de un buen libro.
Hasta el baño de invitados parece salido de un cuento de hadas.
En la planta de arriba hay 5 dormitorios, cada uno con su propio encanto. Este escondite en el ático es ideal para trabajar cómodamente en un día lluvioso.
La casa quedó realmente espectacular luego de la restauración, es como viajar al pasado con todas las comodidades del presente.
Publicidad
