Esta es la conmovedora historia de Sting, un perro galgo de carreras, retirado que tiene 10 años y dedica sus días de jubilación a trabajar como perro de terapia emocional. Una de sus principales actividades es que niños se anotan en la biblioteca local en White Bear Lake, Minnesota y le leen cuentos para practicar su lectura.
No obstante, en su última sesión de lectura ningún niño se anotó para leer a Sting y así se veía el pobre en la sala de la biblioteca.
John Muller, su cuidador, publicó en Facebook la triste noticia y preguntó si alguien conocía a un niño de entre cuatro y ocho años para que vinieran a leer. y bueno, la publicación se compartió más de 10 mil veces.
Su apariencia triste es simplemente su semblanza natural, afirma su cuidador. “Simplemente Sting siendo Sting”, así que no hay que preocuparse mucho.
Si alguien cree que es imposible que su rostro se vea mucho más relajado cuando hay un niño leyéndole, sólo deben ver esta foto:
Lo positivo es que en Internet también hay muchas cosas buenas.
“Para ser justos, vivo cerca de aquí y no sabía que esto sucedía, inmediatamente traté de inscribir a mi hija, ¡pero está reservado por meses!”
“Le leería por Skype cualquier día”
“No puedo ser la única que se quebró leyendo el título y viendo esa foto por mi misma”
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