Muchos deben recurrir al transporte público porque no queda otra. Pero esperan que el trayecto sea, al menos, tranquilo. Por eso cuando se sube a un autobús repleto se hace el intento de acomodarse donde se pueda, pero si es una madre con un bebé en brazos, se espera que alguien ceda su asiento por educación y consideración.
Lamentablemente así le ocurrió a esta mamá que no tuvo más opción que quedarse de pie ya que nadie hacía el ademán de querer darle un asiento. Eso hasta que el chófer se dio cuenta de la situación.
Resulta que el hombre apagó el motor y se dirigió a donde estaba la mujer. Habló fuerte y claro hacia el resto y pidió que alguien le cediera un asiento para lo que estaría agradecido. Varios se levantaron y le ofrecieron el asiento a la mujer con su bebé quien se mostró bastante agradecida.
Sin duda, esa persona tuvo más empatía por la mujer que los pasajeros de su autobús. Nunca está demás ponerse en el lugar del otro.
Te dejamos el video con el registro y lo que sucedió después.
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