Johan Huibers es un empresario de Inglaterra, que además de ser muy religioso, un día soñó que en los países bajos sucedería una desastrosa inundación, dejando devastada totalmente una de sus regiones.
Al ser tan creyente, pensó que este sueño era una señal divina y que debía hacer algo antes de que sucediera la tragedia. Entonces fue cuando decidió construir su propia arca de Noé.
Pero a diferencia de Noé, Johan no usaría el arca para salvar a las personas de una inundación, sino del pecado, pues bien sabía que “solo fue un sueño” y además quiso fomentar más la creencia en la palabra de Dios.
Para crear el arca, tuvo que investigar sobre la historia, mirar DVD’s, consultar la Biblia y varios libros antiguos. La primera que construyó fue en el puerto de Schagen, medía 70 metros de largo y gastó aproximadamente 1,5 millones de euros.
Durante más de 3 años navegó en ella en los países bajos y luego decidió construir una segunda arca.
Actualmente existe una organización llamada Arca de Noé a la cual Johan donó la primera que construyó.
La organización prometió continuar con la labor del hombre, en tanto él se dedicaba a construir la segunda, mucho más grande que la anterior. Para ellos Johan se adentró más en la Biblia y así fue que tomó las dimensiones exactas que Dios le dio a Noé para construir la suya.
La segunda arca es a prueba de inundaciones.
Sus dimensiones son 131 metros de largo, 23 metros de alto y 30 metros de ancho. Además cuenta con 7 pisos y pesa alrededor de 2.500 toneladas. Es tan enorme que se estima que caben una 5.000 personas.
Para la construcción, Johan contó con la ayuda de 8 personas más y los materiales usados fueron precisamente los que utilizó Noé y otros más modernos para tener mayor éxito.
Esta tuvo un costo mucho mayor a la anterior, Johan invirtió unos 4 millones de euros. Actualmente se encuentra en Dordrecht.
El espacio interior es tan enorme, que Johan, al igual que Noé, metió animales en ella, pero no reales, solo esculturas de tamaño real de un valor bastante elevado.
El 2012 esta arca abrió sus puertas al público. Johan decidió meter animales reales como conejos y loros. En su interior Johan predicaba a los visitantes el amor a Dios y la gran inundación.
Así quedó la obra maestra de Johan.
Actualmente hay dos salas de cine y un restaurante en el arca, muchas personas viajan de todo el mundo para ver la belleza de esta gran obra. Todo quedan impresionados por el gran trabajo y la magnitud del arca.
En el siguiente video lo podrás apreciar.
Sin duda la creatividad no conoce límites.
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