Cuando se encontraron a finales de octubre en una clínica estadounidense, ella estaba nerviosísima y no es para menos, pues estaba a punto de ver el rostro de su marido fallecido y que había sido trasplantado en un hombre desconocido. Por supuesto que él también estaba emocionado al encontrar la mujer que le donó esta parte del cuerpo de su esposo.
Según indica Voice of America , todo comenzó cuando Lilly Ross perdió a su marido Calen, el año 2016. Él se pegó un tiro y dejó a su esposa embarazada, entonces, ella decidió a donar los órganos del fallecido, incluido su rostro.
El rostro de Calen fue trasplantado al estadounidense Andy Sandness, que, por una extraña jugada del destino, perdió su cara en un intento de suicidio. El año 2006 Sandness se puso un rifle bajo la barbilla y apretó el gatillo.
Durante casi una década vivió sin mirarse en el espejo. Pero ahora, tras pasar más de un año y medio en una clínica de cirugía plástica en el estado de Minnesota en EE.UU., Sandness encontró a Ross para agradecerle su nueva apariencia. El vídeo de su cita refleja toda la emoción del encuentro.
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