Ingrid es una mujer boliviana que creó la iniciativa conocida como “Casas de Botellas”, una organización sin fines de lucro que se encarga de construir hogares para personas en extrema pobreza, en base a botellas de plástico. Ya van 300 casas construidas con este sistema y su proyecto se ha convertido en una admiración para muchos.
Todo comenzó cuando esta mujer, administradora y abogada boliviana, visitó una escuela local en Warnes, Bolivia, y le pidió a los niños que escribieran una carta sobre lo que querían como obsequio en Navidad. Al leerlas se dio cuenta de la cruda realidad, una niña le pedía tener una casa con más espacio para su familia.
Ingrid tenía muchas botellas almacenadas en su jardín, ya que las utilizaba para hacer artesanías. Entonces su esposo le dijo, de broma, que con toda esa cantidad de recipientes que tenía podía construir una casa, ahí fue cuando todo encajó en su mente y nació “Casas de Botellas”.
Así comenzó esta increíble labor de construir casas con botellas de plástico o de vidrio, además de cemento, pegamento, cal, arena, sedimentos y otros materiales.
Ingrid busca no solo ayudar a las personas que necesitan un hogar, sino que además reducir la contaminación de plásticos y otros desechos.
La primera casa que construyó Ingrid fue el año 2006 y actualmente es un Centro Eco-Agro Turístico.
Para construir una casa de 170 metros cuadrados se necesitan 36 mil botellas aproximadamente y se tarda alrededor de 20 días es la construcción. Aunque todo depende de la ayuda y las donaciones que reciba, asegura Ingrid.
La construcción de las casas necesita materiales para el techo, la pintura, las puertas y los muebles de su interior, los cuales son recibidos a través de donaciones. Pero también se necesita el esfuerzo y dedicación de los futuros dueños del lugar, quienes aportan rellenando las botellas con arena.
Las paredes se construyen apilando la botellas, entrelazadas con un hilo y cemento. Luego se cubre con una mezcla de lodo y césped.
Esta organización no solo es un éxito en Bolivia, sino que traspasó fronteras y llegó a Argentina, México, Panamá, Venezuela, Perú, Honduras, Paraguay y Chile, en donde Ingrid planificó y construyó casas para los que lo necesitaban.
La página de facebook de “Casas de Botellas” es el único medio para dar a conocer el trabajo e incluso para pedir ayuda a posibles donadores para la construcción de nuevos hogares.
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