Se trata de una mujer joven y madre de tres niños quien decidió escribir un mensaje explicando por qué ahora no le interesa arreglarse tanto como antes.
Sin duda, la maternidad algo tiene que ver. A las mujeres les cambia radicalmente la vida y se convierte en una experiencia llena de altos y bajos que las obligan a enfocarse en lo que realmente es importante.
Amy Weatherday explicó la razón de por qué ya no se arregla como antes cuando estaba soltera y sin compromisos.
Su mensaje fue inspirado cuando se reencontró con una amiga antigua. Se habían puesto de acuerdo de juntarse a comer algo y se sorprendió cuando ella le sacó en cara que se veía “desarreglada” y que ya no se parecía a aquella chica que nunca habría salido a la calle en tenida deportiva y sin maquillaje.
Según contó Amy, “En un tiempo lejano, en otra galaxia, yo era una chica que estaba muy preocupada de la apariencia y la moda. Nunca salía sin maquillaje y llevaba el pelo arreglado. Usaba joyas, brillo de labios y mucha base…”
Luego de despedirse de su amiga, Amy quedó con el comentario dando vueltas en su cabeza y decidió compartir su reflexión. Ya con un tercer hijo, las cosas cambiaron mucho en su día a día; pero sinceramente, así es como ella se siente como madre:
“De hecho, confío más en mí ahora, más segura de mí misma. Es poco probable que llore por una ruptura o que me pierda una noche con mis hijas por llevar el pelo sucio. Es poco probable que caiga en una depresión leve porque no le guste a alguien o que me sienta más insegura porque no me inviten a una fiesta“.
Amy siente que sí ha cambiado, pero todo para mejor: “Sinceramente ahora me gusto más. No volvería a esa chica con el pelo perfecto y pantalones ajustados”. Y va más allá. Ella señala que se debería dejar de criticar a las madres o a las mujeres adultas por no seguir el estándar de la moda porque eso no significa “dejarse estar” sino más bien todo lo contrario.
Porque al final, las cosas que antes te obsesionaban ya pierden importancia y tu físico no te define. Es por eso que alienta al resto de madres a que, si ves que ya no eres la misma de hace unos años, pienses que no te “olvidaste de ti”, sino que simplemente empezaste a aceptar el cambio de prioridades y ya debes estar obligada a estar perfecta todo el tiempo. Ahora, has cambiado por aquellos momentos que durarán siempre.
“Simplemente eres más que una cara bonita. Eres madre, también hermana, amante…una luchadora… eres una guerrera. Eres hija, estudiante, maestra y una soñadora. Eres creadora. En resumen: Tú eres tú, y eso jamás te lo podrán quitar”.
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