Esto además afectaría la economía del lugar, ya que los turistas llegan a esta localidad para poder apreciar a los osos.
Drew Hamilton siente que tiene una gran conexión con los osos y por ello desde hace ya 20 años se dedica a realizar tours para que la gente pueda visitarlos en Alaska. Este hombre además es presidente de Friend of McNeil River, organización que se dedica al cuidado de estos animales.
En los tours que realiza Drew se puede observar a los osos grizzly sin que sientan su espacio invadido, para lograr ver a una de las más grandes congregaciones de osos en el planeta en su hogar, el santuario McNeil River State Game and Refugee.
Ahora una compañía quiere construir en el hábitat de estos osos una mina para extraer cobre y oro a sólo kilómetros del santuario. Esta corporación asegura que esto se puede hacer cuidando el medio ambiente, pero eso es algo de lo que Drew y quienes protegen a los osos no están tan seguros.
Esta corporación no sólo alteraría el silencio al que los osos están acostumbrados, sino que además afectarían sus áreas de alimentación y al propio ecosistema.
Sólo este año, la mitad del proyecto a avanzado a pasos agigantados, a pesar de que antes el proyecto se rechazó por violar las reglas de Clean Water Act.
El daño en el lugar sería irreversible. «En Alaska hay toda una industria turística por la gente que llega a ver osos. Un estudio reciente demostró que esta industria contribuye unos $34.5 millones de dólares a la economía local y ha empleado a 490 personas».
Muchos están dispuestos a llegar a instancias finales para lograr salvar el hábitat de estos osos y su tranquilidad, pero de seguro esto será difícil.
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