A ejercido como médico por 70 años y vivió las pandemias de la viruela, la gripe, el tifus, el VIH y el cólera.
Osvaldo Olivares Álvarez nació en 1918. Es hijo de un médico que trabajó en primera línea en dos pandemias la de la gripe española y el tifus exantemátrico, enfermedades que se relacionan con la Primera Guerra mundial y que llegaron a Chile debido a los barcos con extranjeros que venían al país en busca del oro blanco, el salitre.
«No es casualidad que hoy estemos frente a otro virus que se está llevando gente. La ciencia muestras que cada un siglo aparecen virus nuevos o mutan en peores versiones, como si la naturaleza quisiera defenderse de los males que los hombres le hacen»
– comenta Osvaldo al medio La Segunda.
Hoy Osvaldo tiene 101 años y es el médico más anciano de Chile, lo que hoy lo hace ser parte de la población de riesgo ante el virus COVID-19.
Las muertes en Chile superan las 200 y los contagiados ya son más de 20 mil.
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Ver a su padre combatiendo el tifus en las salitreras lo llevó a decidir convertirse en médico, matriculándose con 15 años en la carrera de medicina y también lo convenció de Unirse como militante al Partido Socialista de Chile.
En los años 50 trabajó en el Hospital José Joaquín Aguirre donde debió hacer frente a la gripe asiática que en Chile dejó más de 40 mil muertos. Osvaldo tenía la tarea de salvar la mayor cantidad de vidas posible. Tuvo que firmar muchos certificados de defunción y él, su pareja y sus tres hijos enfermaron y tras una semana de reposo salió de su cama para hacer atención domiciliaria por 10 horas.
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En los años 70 obtuvo su carnet de militancia en el Partido Socialista y luego se convirtió en secretario de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, lugar donde se graduó de médico y durante la Unidad Popular fue representante del Colegio Médico.
El golpe de Estado y la llegada de la dictadura lo llevaron al exilio en Colombia donde en 1982 atendió a su primer paciente con VIH.
En 1990 regresó a Chile y trabajó como asesor científico y en el Compin donde incluso llegó a ser director. En esos años el cólera también había llegado a Chile por lo que llevó a cabo campañas educativas en cuanto a higiene, pero hoy dice que la campaña contra el coronavirus es algo que nunca había visto ni imaginado.
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Tampoco vio antes que la gente aplaudiera la labor de los médicos desde sus balcones, lo cual le parece emocionante. Osvaldo hoy dice que no tienen miedo a morir, pero que no quiere hacerlo entubado y sin ver a las personas que más ama. «Así que vengan a verme» dice este médico que hoy se encuentra en cuarentena.
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