Mariela Muñoz, La “Gigante” Precursora Transexual Que Luchó Por Sus Derechos Y Tuvo 17 Hijos

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Ella había sufrido innumerables golpizas, burlas, e incluso, una “violación correctiva” cuando era joven.

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La cineasta francoargentina, María Audras, acaba de ganar este año el premio al mejor largometraje del festival de cine LGBTIQ Asterisco. Su documental, “Amor a paso de gigante” trata sobre la primera mujer que fue un símbolo de lucha transexual en Argentina.

Audras recordó su historia luego de uno de los debates más álgidos del último tiempo: ¿Los homosexuales y transexuales pueden criar hijos?

Fue con esta pregunta que recordó haber escuchado la historia en los ’90 de una mujer fue pionera en el cambio de sexo y ser la primera reconocida legalmente como tal en su carnet de identidad. Además, crió a 17 hijos.

 

Ella era Mariela Muñoz, y la cineasta pudo registrar su último año de vida.

Ella había nacido en 1942 como Leonardo en la provincia de Tucumán. Su padre trabajaba en los campos de cañas de azúcar. La familia se mudó a Quilmes siendo él muy pequeño. Ya para ese tiempo, ella recuerda que su actitud muy femenina le empezó a traer problemas. Su hermano Luis comenta que “Ella era muy sensible y obediente; además,  le gustaba quedarse en casa“.

A los 13 años, Mariela ya se hacía cargo de sus hermanos pequeños y, también, de los hijos de unos vecinos italianos. A los 14 años, empezó a pedir que le dijeran el nombre que ella había escogido.

Sin embargo, estaba en plena época de 1950s y el acoso llegó a su vida.

 

Ella había sufrido innumerables golpizas, burlas, e incluso, una “violación correctiva” cuando era joven de parte de 3 hombres.

Pero aún así se mantuvo firme en sus convicciones y su cambio sería, prontamente, una lucha por lo que soñaba.

Al principio, su padre de igual forma creía que su condición era un problema. Por eso la llevaba a psiquiatras, prostíbulos y cualquier lugar o persona que pudiera darle un tratamiento correctivo. Sin embargo, con los años se dio cuenta de que su hijo era feliz y terminó por aceptarla.

Pero, según su hermano, su madre siempre se opuso. Cuando Mariela tuvo 26 años, decidió irse de casa. Ahí comenzó a ayudar a niños, adolescentes, y madres solteras motivada por una fuerte causa social.

El primero en ayudar fue un niño que era hijo de una prostituta. Esa mujer le entregó a su hijo a Mariela porque no podía hacerse cargo de él.

 

Luego llegaron tres hermanas abandonadas por la madre y con un padre sin trabajo. Fue así que su “familia” empezó a crecer.

Luego conoció a Yolanda. Ella tenía 16 años y un bebé. Escapó de casa después de que su familia la obligó a que se prostituyera para poder alimentar a su hija. Cuando Mariela conoció su historia, le dijo que podía quedarse a vivir con ella. Por otro lado Enrique, llegó a Buenos Aires con 14 años y con 5 de trabajo en la producción de ladrillos en la provincia del Chaco. Cuando fue entrevistado para el documental, comentó que “Al llegar a Retiro, mi mundo colapsó. Se me caían las lágrimas y Mariela fue la única en ayudarme y ser la madre que me salvó la vida“.

Todos ellos siempre la consideraron una mujer y Mariela nunca les ocultó que antes había sido hombre y que su sueño era convertirse en mujer. Y ese sueño se hizo realidad en 1981. Con 39 años, viajó a Chile y se realizó una vaginoplastia.

 

Pero sus problemas no iban a terminar. Cuando pudo superar parte del dolor que sufrió en su infancia y adolescencia, y a pesar de su ayuda social, Muñoz sufrió un terrible golpe. En 1993, un juez decidió quitarle la custodia de tres hijos que ella registró como propios, y fue condenada a un año de cárcel.

A pesar del dolor, su situación hizo que la sociedad se empezara a fijar en ella. El debate comenzó a gestarse y ha durado hasta el día de hoy sin una respuesta concreta: el de la maternidad de una mujer transexual.

Fue entonces que la historia empezó a ser cada vez más conocida en todos lados. Para 1997, y aún faltando todavía 15 años para que Argentina recién aprobara la Ley de identidad de género, Mariela pudo recibir su carnet de identidad y poder ver su verdadero nombre impreso. Había ganado la primera batalla de las de muchos otros.

En el documental de Audras se pueden ver los distintos hechos de su vida junto con entrevistas a la gente que conoció y pudo entender la lucha de Mariela.

Lamentablemente, cuando la cineasta la pudo conocer, A Mariela no le quedaba muy tiempo de vida. La mujer había sufrido tres accidentes cerebrovasculares y dependía del cuidado de sus hijos.

Mariela Muñoz falleció a fines de ese mismo año.


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