El tener un bebé significa temores, miedo y dolor indescriptible pero el resultado es lo más bello que le puede pasar a una mujer.
El parto natural siempre conlleva sentimientos encontrados, pero también lo es para las mujeres que se someten a una cesárea.
Algunos dicen que éstos últimos no son “partos verdaderos”, pero ambos cumplen el mismo objetivo y es traer al mundo al bebé.
Por eso, hoy quisimos mostrarles que el parto por cesárea de igual forma es un proceso difícil y que las mujeres que lo deciden así o porque se vieron en la necesidad deben ser admiradas por su valentía.
1. Se trata de una operación real y, en algunos casos, el padre no puede estar presente
En el parto natural el padre puede estar al lado de la madre para apoyarla, sujetando su mano, y diciéndole palabras de apoyo. En cesáreas y en algunas ocasiones, la mujer está sola y no cuenta con el apoyo y consuelo que desearía en un momento tan importante.
2. Ellas no saben inmediatamente si el parto fue exitoso o no.
Si hay complicaciones en el embarazo, se debe recurrir a una cesárea con anestesia general. Se trata de una verdadera operación y pueden surgir complicaciones. Y debido a la anestesia y suturas, deben ser llevadas a una sala de postoperatorio por horas y el no poder ver a su hijo la angustia.
3. La cesárea es una operación con cortes, heridas y suturas
La cesárea implica abrir el estómago de la mujer. Eso conlleva a cortes, heridas y suturas. La recuperación también es más lenta y tarda varios meses. También se puede experimentar dolor intenso con cualquier movimiento e hinchazón.
4. Son igual muy valientes
No tengas vergüenza de ello. ¡todas las madres son valientes!
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