Madre, Padre E Hijo Tienen Cáncer Y Esperan Un Milagro Para Vencerlo

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Las festividades de fin de año son un momento emotivo para las familias alrededor del mundo, pero para algunas, como los Desclefs, de Jacksonvulle, Florida (EE.UU.), esta Navidad es totalmente diferente.

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Benoit, su esposa Kathy y su hijo Luke, de 17 años, no esperan regalos ni cada parecido, solo esperan que la gente conozca su historia y los ayude de una manera muy especial: rezando.

Los tres integrantes de esta familia están luchando por superar la misma enfermedad que afecta a millones de personas en el mundo: el cáncer.

Hace 5 años, Kathy recibió la terrible noticia de que sufría de un linfoma no hodgkiniano, un tipo de cáncer que se origina en el sistema linfático y que forma tumores malignos a partir de sus linfocitos, un tipo de glóbulos blancos.

La enfermedad de Kathy avanzó positivamente y la familia ya se estaba acostumbrando a lidiar con ella, sin embargo, esta año recibieron una noticia que nuevamente los desanimó.

El marido de Kathy, Benoit, fue diagnosticado con un tumor inoperable localizado en su cerebro y unas semanas más tarde su único hijo, Luke de 17 años, fue diagnosticado con el mismo cáncer de su madre.

“Con Benoit, los doctores dijeron que tiene unos 12 años. Con Luke son optimistas porque tendría una muy buena prognosis si recibe bien el tratamiento, cosa que sabremos con certeza la próxima semana. Y conmigo, es muy difícil saberlo porque la variante de cáncer que me afecta es muy rara y no tienen suficiente información

Kathy a NBC4i

La familia sigue trabajando, viviendo y mirando hacia adelante con todo el optimismo posible. Ellos mantienen la fe en Dios y saben que los va a ayudar a superar estas enfermedades.

Los Desclefs no esperan caridad ni donaciones, lo único que piden es que la gente conozca su historia para que recen por ellos.

“Estamos preparados para que Dios se haga presente porque esta situación ya es my inusual

Kathy a NBC4i

Mientras esperan superar las enfermedades, los tres siguen trabajando en su restaurante familiar “The Magnificat Café”, famoso por sus sopas y quiches, pero que por ahora está a la venta para solventar los gastos de su triple lucha contra el cáncer.


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