La reciente erupción del Volcán de Fuego, en Guatemala, ha sido considerada la mayor explosión en los últimos 40 años y ha cobrado la vida de muchas personas que no alcanzaron a huir. Así le sucedió a la familia de este perrito, llamado Rambo, que recientemente fue rescatado por un grupo de recatistas que trabaja en las zonas más afectadas por la catástrofe.
Aunque los animales tienen un instinto que los lleva a protegerse a ellos y a los que más quieren en cualquier situación, ellos no son conscientes -por ejemplo- de los riesgos asociados a vivir en una zona volcánica. Rambo y su familia residían en El Rodeo, una de las localidades más afectadas y que más víctimas fatales ha tenido.
EL bombero Sergio Vásquez fue quien halló al tierno perrito dentro de la casa que habitaba, junto a los 4 cadáveres de quienes se cree que eran sus dueños. “Puede ser que este perro ya no tenga familia”, declaró Vásquez.
Por suerte, un vecino de la familia conocía al perro y logró identificarlo cuando lo vio. Él fue quien reveló el nombre y pudo confirmar que ese era su hogar y las personas fallecidas eran su familia.
Luego de la erupción del volcán, muchas personas atinaron a proteger a sus mascotas y las guardaron en casa, pero todavía existen zonas donde las brigadas de rescatistas no han logrado entrar. Por ello, se cree que hay muchas más por salvar.
Debido al instinto de supervivencia de los animales, han logrado encontrar lugares seguros para pasar esta catástrofe. Así, las brigadas han hallado a perros, gatos y tortugas vivos, pero casi todos están heridos y algunos incluso sufren de pérdida temporal de la visión debido a los gases de la erupción.
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