Los Perros Son Capaces De Sentir Empatía Y Mucho Más

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Si bien tenemos nociones sobre lo que puede legar a ser  tener un perro como mascota, no tenemos la certeza completa de la gran maravilla que eso supone. La verdad es que los perros son las mascotas más empáticas que existen.

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Estos peludos son capaces de identificarse con otros y compartir sus sentimientos, por eso son los predilectos para acompañar a personas con necesidades especiales. Ellos son un verdadero apoyo; están ahí para los demás.

Sin ir más lejos, al navegar en la web, podemos ver muchos vídeos de perros que adoptan cachorros de otras especies, sean gatos, pájaros, hasta felinos salvajes.

Se ha visto también imágenes en las que están acompañando, inmóviles y fieles, a algún otro perro que ha sufrido un accidente o a alguno de sus cuidadores.

También hay vídeos que retratan a un perro pequeño sobre un sofá que “abraza” con sus patas a otro perro, un cachorro panzón con su lengua afuera y los ojos cerrados. La escena muestra al pequeño que parece estar desmayado, pero su amigo lo mantiene protegido y lo mueve un poco para que reaccione. Por suerte dicho video tiene un final feliz y el pequeño reacciona.

Detrás de casos como los descritos, existe la afirmación irrefutable de que los perros son empáticos, a su forma. Como seres humanos, nos fascinamos ante este tipo de comportamiento y los comparamos con los nuestros. Pero lo cierto es que esto que denominamos “empatía”, en realidad se denomina “contagio emocional”.

Pero no deja de ser empatía, pues la doctora Karen Becker, de Healthy Pets, explica que un estudio hecho en la Universidad de Viena descubrió que la empatía de los canes se da a un nivel más primitivo o inferior porque, de hecho, sí pueden sentir lo que sienten otros en su ambiente.

La explicación también incluye que los perros analizan el comportamiento de las personas y de otros perros, sus expresiones y los sufren también ellos mismos.

No obstante, su actitud va más allá y se trata del contagio emocional que les permite intentar reconfortar al otro con lamidas, “caricias” o distracciones a partir del juego. No hay duda de que estos animales nos dan muchas lecciones.

Por ejemplo, nos enseñan a preocuparnos por los demás, ayudarlos y acompañarlos en los momentos que más necesitan. Esa incondicionalidad es una particularidad que los hace los compañeros favoritos en el hogar, y que no sean solo mascotas o vistos como objetos,pues no lo son.


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