Hay gente que es muy sensible y se emociona cada vez que ve películas o se encuentra en cualquier situación emotiva. Son personas muy expresivas, y en esta sociedad eso se suele asociar a la debilidad.
No obstante, lo cierto es que llorar es un acto propio de personas que son fuertes emocionalmente.
Historias como “Diario de una pasión” o “Siempre a tu lado” son clásicos que generan un llanto descontrolado en la mayoría de la gente. Pese a que muchos tratan de negarlo o evitarlo pues tienen el prejuicio de que son expresiones propias de gente con poco carácter.
Pero estudios de un neuroeconomista de la Claremont Graduate University concluyeron que las personas que lloran con las películas suelen ser más empáticos con quienes están a su alrededor, conocen más sus emociones y son más fuertes al momento de enfrentar la vida diaria.
Cognitivamente hablando, quienes saben que la historia que ven es ficción pero que de todas maneras se le salen las lágrimas al ver una escena demasiado emotiva, son gente muy empática.
En el otro extremo, los narcisistas y los psicópatas son incapaces de sentir empatía. Esto es, no se pueden poner en el lugar del otro por lo que el sufrimiento ajeno les es indiferente.
Sin temor a las emociones
Quienes expresan sus emociones suelen ser más fuertes que quienes no lo hacen, pues no temen expresar lo que sienten ni defender sus sentimientos frente a las críticas y los prejuicios externos. Esto es un efecto de la oxitocina, que crea empatía con nuestro entorno.
Aquella hormona hace que las personas actúen en favor del resto y son bastante receptivos frente a lo que les rodea, por lo que hacen que su entorno se sientan mucho más felices.
Además, saben que está conscientes de que se necesita mantener una cierta perspectiva de lo que sucede. A veces es necesario hacer una pausa y llorar para poder tener una estabilidad emocional buena.
Llorar es una respuesta humana que no se relaciona con ningún género en particular, y quienes lo expresan de manera abierta frente al mundo.
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