Existen muchas personas con malas intenciones en el mundo y lo peor de todo es que dañan a seres indefensos que ni siquiera pueden defenderse. Una de las víctimas de este tipo de personas fue Rocky, un perrito paralítico a quien le robaron su silla de ruedas.
Ocurrió en Chinbote, Perú, cuando su dueño lo encontró arrastrándose para poder volver a casa.
La dueña del perrito lo vio por primera vez en su universidad, arrastrándose por el lugar. Entonces lo llevó rápidamente al veterinario, en donde le diagnosticaron que su columna estaba dañada y que le costaría moverse libremente.
Luego del lamentable diagnóstico lo llevó a su casa y le construyó una silla de rueda para que pudiera moverse tranquilamente hacia donde quisiera. Desafortunadamente, al poco tiempo de comenzar a usarla, se la robaron.
“No tenía signos de haberse arrastrado por horas y parece que ahí mismo le habían quitado la silla y lo habían dejado”.
Paola Villareal, dueña del perro
Paola debió buscar otra silla para el perrito pero lamentablemente no tenía el dinero para comprarla. Entonces junto a la asociación Fuerza Animalista, organizaron una colecta en la que lograron reunir los fondos suficientes para construir una nueva silla de ruedas.
Muchas personas realizaron donaciones, no solo para la silla de ruedas, sino que también para aportar con pañales, paños húmedos, cremas y comida.
La colecta tocó el corazón de un gran número de personas, quienes donaron todo lo que pudieron para darle una mejor vida a este animal.
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