Le Regalaron Un Auto Y Una Beca Tras Limpiar La Calle Por 10 Horas. Estuvo Desde Las 2 AM

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Su nombre es Antonio Gwynn Jr y tras ver las calles de Nueva York llenas de basura, decidió comenzar a limpiarlas.

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Tras las recientes protestas en contra del racismo en Estados Unidos, un adolescente decidió limpiar las calles y lo hizo por 10 horas. Su recompensa fue un automóvil, un seguro de un año y una beca completa para estudiar en la universidad.

Antonio Gwynn Jr vio en las noticias como Bailey Avenue en Buffalo, Nueva York estaba llena de basura y vidrios tras las protestas contra el racismo. Él pensó en la gente que al día siguiente tendría que movilizarse por esa calle para llegar a su trabajo y decidió ir a limpiar, según cuenta a CNN.

El adolescente salió de casa a las 2 a.m con una escoba y algunas bolsas de basura para limpiar su vecindario en honor a su madre fallecida.

Las siguientes 10 horas las pasó limpiando y cuando otros vecinos en la mañana se dispusieron a limpiar, se encontraron con la sorpresa de que ya el trabajo estaba hecho.

Una de las personas impresionadas con lo hecho por Antonio fue Matt Block, quien decidió regalarle al joven su mustang rojo convertible del 2004.

El hombre de 27 años dijo a un medio que amaba su vehículo, pero que ya no lo usaba tanto y que por eso quería dárselo a Antonio.

Matt había escuchado a Antonio pedir consejos para comprar un automóvil a través de internet. “No pude comprender venderlo y esta fue una buena manera de deshacerme de él y saber que va a ir a alguien que lo aprecia”, dijo a CNN.

La difunta madre de Antonio solía conducir un Mustang rojo y por ello este regalo dejó a Antonio sin palabras.

Pero además Bob Briceland, un hombre que tiene un negocio local, decidió darle a Antonio un seguro para su automóvil por un año.

“Me sentí obligado a ayudarlo. Solo tenemos que reunir a toda nuestra ciudad y mostrarle a la gente cómo hay tanta gente buena aquí”, comentó a WKBW.

Las noticias sobre lo hecho por Antonio llegaron a Medaille College de Buffalo, quienes le ofrecieron una beca para estudiar negocios a fines de este año.

Tras este último regalo Antonio expresó:

«Literalmente me detuve, me detuve y comencé a llorar. También lo hizo mi tía abuela. Mi primita también lo hizo».

“Aprecio todo lo que todos están haciendo por mí”, sentenció.


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