Muchos dicen que es un milagro de Navidad.
Cuando sepas de qué se trata esta historia, quizás sientas que aún hay algo de fe en la humanidad, sobretodo si sabes que fueron unos ladrones los protagonistas de un acto de “compasión”.
Los ladrones habían entrado a una casa en Melbourne, Australia. Robaron objetos de valor, entre ellos unas joyas y una tablet. Pero lo que más le dio pena a la familia fue que se llevaron a su perrita Sasha quien tenía apenas 8 semanas de vida.
Y a pesar que sólo estuvo con ellos una semana, la hija más pequeña llamada Maia, desarrolló un lazo muy especial con la mascota y se hicieron inseparables. Por eso, cuando se robaron a Sasha, Maia cayó en una profunda depresión y sus padres estaban muy apenados y preocupados por su bienestar.
Así que usaron las redes sociales y le suplicaron a los ladrones que les devolvieran a Maia, mostrando que la niña estaba realmente triste. Lo más sorprendente es que el mensaje les llegó a los ladrones porque se compadecieron y ocurrió el milagro.
Un día, la madre se había levantado temprano para preparar el desayuno cuando vio una sombra moverse en el patio. Al salir vio a Sasha muy emocionada con Maia en brazos.
Los milagros existen.
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