Desde la Academia Estadounidense de Pediatría, en la cual participan 67 mil pediatras, se emitió un comunicado en donde exponen que el castigo físico determina un ciclo de violencia, por lo tanto produce efectos perjudiciales en los niños.
De acuerdo a esto los pequeños se vuelven violentos con su entorno, e incluso con ellos mismos.
Explicaron además cuáles son las maneras correctas de educar a los niños, además de determinar cómo establecer límites y premiar su buen comportamiento.
Realizaron un llamado para prohibir los castigos corporales a través de una declaración política, en donde se contempla además el maltrato sicológico.
“El castigo corporal sigue siendo legal en muchos estados, a pesar de la evidencia de que perjudica a los niños, no solo física y mentalmente, sino también en la forma de relacionarse”.
– Robert D. Sege, doctor de la institución
Una de las consecuencias más perjudiciales de la violencia en los niños es el desarrollo del miedo, en lugar de obediencia o de mejora de conducta. Además esta práctica provoca que los pequeños se vuelvan violentos, tanto con ellos mismos como con los demás.
Según las investigaciones, al golpear, maltratar o gritarle a un niño, este eleva sus hormonas de estrés, causando un daño a nivel cerebral inevitable. De hecho los abusos verbales tienen una relación directa con los problemas de salud mental en adolescentes.
“Sabemos que los niños crecen y se desarrollan mejor con modelos de roles positivos y estableciendo límites saludables. Podemos hacerlo mejor”
– Robert D. Sege
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