Amamantar en público no debería ser un tema que escandalice a todo el mundo de la forma en que parece hacerlo. Y es que incluso este bello acto de cuidado en la crianza se ha comparado con orinar en la calle, algo que se encuentra fuera de toda lógica.
Se cree que es algo que debería hacerse en privado pues se ve como una “provocación” ante las miradas masculinas, e incluso como una ofensa o algo que causa indignación. Pero ahora el Papa Francisco ha entregado un valioso mensaje a las madres de todo el mundo que se encuentran lactando.
El domingo pasado, Bergoglio bautizó a 34 bebés en la Capilla Sixtina: 18 niñas y 16 niños, e igual que en los años anteriores invitó a las madres que estuvieran lactando a que le dieron pecho en público a su bebé sin sentir vergüenza.
En la ocasión, Francisco recalcó que amamantar en público es usar el lenguaje del amor.
EL tema salió a flote cuando varios bebés se pusieron a llorar, frente a lo que no se mostró molesto sino comprensivo: dijo que pensaba que podría deberse a que los habían levantado antes de lo habitual o que simplemente tenían hambre. Ahí comentó que para él no era desagradable ver a una madre amamantando a su bebé.
Francisco dijo durante la homilía:
Si tu bebé comienza a llorar quizás porque está indispuesto, tiene calor, le ha dado hambre o simplemente porque se le ha antojado, dadles de amamantar, sin temor, este acto es la representación pura del lenguaje del amor.
No es la primera vez que el sumo pontífice habla abiertamente sobre la lactancia materna, pues hace 3 años lo hizo durante un bautizo en la Capilla Sixtina. En ella, invitó a las madres a amamantar a sus hijos en público sin miedo ni vergüenza, tal y como lo hizo ahora:
Nadie debe importarles tanto como su bebé, así que sin miedo ni vergüenza, dadles de comer, si tienen hambre atiendan su llamado aquí o en donde sea, ellos son los únicos que deben importarles de verdad.
Francisco fue comprensivo con los más pequeños, pues hizo la misa más corta y pronunció el nombre de cada niño presente mientras daba el sacramento.
La norma en la Capilla Sixtina es asisitir obligatoriamente con las piernas y los hombros cubiertos, por ello que el Papa fomente que las madres descubran su pecho para alimentar a sus bebés cuando lo necesitan es simplemente digno de admirar.
Acá se puede ver la celebración del bautizo en la Capilla Sixtina:
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