“Está bien si comes todo” le dire cariñosamente su dueña para asegurarle que nunca más volverá a pasar hambre.
Muchos animales, y lamentablemente cada día más, vagan por las calles de las ciudades sucios, expuestos a enfermedades a la falta de agua, comida y abrigo y la mayoría muere sin saber lo que es el cariño de algún humano.
Para suerte de Otávio, el descrito anteriormente no fue su destino, aunque su pasado está lleno de abusos que parece aún tienen huellas en él.
Otávio tenía por dueños a una familia que adoptaba a muchos perros para luego descuidarlos y maltratarlos, hasta que un equipo de rescate terminó con la situación de tantos canes y los llevó a un refugio para encontrarles una familia que los adoptara.
Otávio conoció el cariño y los cuidados cuando Joice Lamas y su esposo decidieron adoptarlo.
“Desde el primer momento que lo vimos, nunca hemos estado separados“ dijo Joice.
Al principio Otávio era tímido y le costaba mucho darse al contacto humano, pero hoy parece que sabe que está en buenas manos y se deja acariciar y hasta se acurruca junto a sus dueños.
Pero las cicatrices de su anterior vida siguen ahí y las demuestra, por ejemplo, en su forma de comer.
Otávio siempre come la mitad de su comida, como queriendo guardar para después debido a las carencias por las que pasó antes. Al menos eso creen sus dueños.
Su dueña ha dicho que esto es demasiado triste y que siempre lo impulsa a comer todo para que sepa que nunca le faltará su comida.
Lo bueno es que a Otávio no le faltará cariño, ni atención, ni mimos ni menos comida ya que la familia que lo ha adoptado lo ama y sólo pretende sanar sus heridas del pasado.
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