No deja de sorprender el nivel de maldad de algunas personas.
Ser dueño de una mascota implica compromisos y responsabilidades. No es llegar y tener una si no somos capaces de velar por su bienestar y no tenemos el tiempo suficiente para dedicarle.
Esta historia ocurre en la Universidad de Sheffield en Inglaterra. Un cuidador estaba limpiando la cocina cuando vio que algo caminaba hacia él.
Al principio no sabía qué era exactamente hasta que se dio cuenta que era un pequeño puerco espín. Le habían cortado sus espinas, que en promedio se calcula son unas 5.000.
Tuvieron que darle analgésicos al pobre Frankie para poder revisarlo y calmar su dolor.
Según la persona que lo revisó “Se trata de un acto de una crueldad absoluta. Quien lo haya hecho debería ser sancionado severamente. Frankie estaba en muy malas condiciones. Incluso pudo haber sido confundido con una bola“.
Por ahora, el pequeño animal está en rehabilitación. En el centro de cuidados, es primera vez que se encuentran con un caso así. El pronóstico es desalentador, probablemente sus espinas no vuelvan a crecer y deberá esperar unos 8 meses antes de ser devuelto a la naturaleza.
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