Thomas Anderson siempre quiso tener hijos pero sabía que sería bastante difícil, primero por el hecho de ser gay y segundo por querer hacerlo sin una pareja a su lado. Cuando cumplió 30 años, seguía soltero y creyó que su sueño estaba perdido, sin embargo, nunca dejó de creer.
“Fue desgarrador. La gente sueña con carreras de alto vuelo, ver el mundo: el mío era convertirme en padre. Tener la creencia de que eso seguiría siendo un sueño era horrible. Tengo tantos niños increíbles en mi vida y realmente creí que había sido bendecido con tantos humanos pequeños a mi alrededor porque nunca tendría uno propio“.
Thomas Anderson
Su sueño no fue solo una ilusión, ya que tuvo la oportunidad de adoptar a un bebé durante la Semana de Adopción y Fomento LGBT+, celebrada en Escocia, de acuerdo a la Ley de Adopción e Infancia que entró en vigencia en 2005.
Pero de acuerdo a la legislación, la adopción solo era permitida en su prioridad para parejas. Sin embargo, la ley fue flexible en su caso, al ser soltero, aunque de todas formas, Thomas temía que le arrebataran al pequeño.
“(Todavía estaba) pensando que, por mucho que hubiera tanta gente apoyándome y animándome, habría tanta gente tratando de reventar mi globo y estampar mi sueño”.
Thomas Anderson
Durante 20 años, Thomas vio cómo las parejas homosexuales se convertían en padres, pero jamás conoció a alguien soltero hacerlo. Ese era su sueño y las ganas de convertirse en padre aumentaron aún más cuando experimentó el embarazo de una amigo cercano.
“Pensé, ‘no, no estoy esperando más para encontrar a alguien, lo haré yo mismo’ ¡y lo hice!“.
Thomas Anderson
En ese momento Thomas decidió solicitar la adopción a través de una agencia independiente y voluntaria de adopción en Edimburgo que trabaja en asociación con organizaciones locales LGBT+.
La experiencia fue mucho mejor de lo que esperó.
“Esos tipos me recibieron con los brazos abiertos y me tomaron de la mano en cada paso del camino. Eran y son increíbles. En nuestra primera reunión les dije: ‘Voy a ser papá, esto va a suceder para mí, solo necesito que la Sociedad de Niños de San Andrés me ayude’, y ciertamente lo hicieron“.
Thomas Anderson
Cuando le informaron que finalmente podría convertirse en padre soltero tuvo una mezcla de sentimientos que lo hicieron reír, llorar y casi desmayarse en cuestión de minutos. Solo pensó en ir a casa a contarle la noticia a su madre y felicitarla por convertirse en abuela.
“El mejor regalo que le he dado. Ella estaba obteniendo un nieto y yo estaba obteniendo a mi hijo. Me estaba convirtiendo en papá. Este sueño, esta necesidad, se estaba haciendo realidad y estaba más que listo“.
Thomas Anderson
El hijo de Thomas llegó a la familia y logró adaptarse muy bien, ahora con 6 años, se divierte al crecer junto a su padre, quien está encantado con la experiencia.
“Mi vida ha cambiado por completo en todas las formas posibles. Siempre quise ser la persona en quien confiar, siempre un hombro para llorar, el amigo que conduce cuando es necesario, para comprar las bebidas después de una ruptura amorosa. Todavía soy ese tipo, pero mi prioridad es mi hijo. Él es mi mundo, mi corazón, mi niño. Todos vienen tras él“.
Thomas Anderson
“Por favor, cierra cualquier negatividad que encuentres. Si crees que puedes ser el mejor padre para un niño necesitado, entonces hazlo. Tu familia para siempre está esperando“.Thomas Anderson
Este caso le da esperanzas a muchos solteros de la comunidad LGBT+ para cumplir sus sueños porque nunca es tarde para ser padre si realmente es lo que se quiere.
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